miércoles, 7 de septiembre de 2011

Derramados mil litros de aceite cerca de la cascada de O Ézaro



Cerca de mil litros de aceite fueron vertidos ayer al agua a unos 100 metros de la cascada de O Ézaro (Dumbría), en la desembocadura del río Xallas.

Ocurrió poco después de las 14.30 horas, cuando al parecer se produjo una fuga en una cisterna que introducía el aceite en un transformador de una de las centrales hidroeléctricas que la empresa Ferroatlántica tiene en la zona. El aceite que fue a parar al mar (en esa zona se mezcla con el agua dulce del Xallas), quedó extendido en la zona y de inmediato comenzaron los trabajos para controlarlo.

Un particular alertó al 112, que, según explicó, dio aviso a los técnicos de Salvamento Marítimo, Protección Civil, Augas de Galicia y a la Policía Autonómica. También se puso en marcha un equipo de la Axencia Galega de Emerxencias (Axega), técnicos de Medio Ambiente y se acercó al lugar una patrulla de la Guardia Civil.

En un primer momento se manejó el dato de que podría tratarse de un vertido accidental de unos 500 litros.

Más tarde, el director de Ferroatlántica, Carlos Oliete, señaló que eran «menos de mil», y destacó la rapidez con la que se le puso coto a la fuga, que impidió que el líquido llegase al mar. Ayudó a ello la colocación de una barrera anticontaminación, que hizo de presa en el contorno de la mancha, mientras una cisterna succionaba el aceite, ayudado por una lancha de apoyo. A media tarde, el vertido estaba controlado. Oliete restó importancia a la fuga y destacó que tan pronto se produjo el incidente dieron aviso a Protección Civil.

Mientras duraron los trabajos, los servicios de guardacostas valoraron si era o no necesaria la colocación de más barreras.

La alerta por la fuga se produjo tanto por el hecho en sí como por el impacto que produce cualquier mínima contaminación en un lugar de la importancia paisajística y natural de la desembocadura de O Ézaro. Un patrimonio que siempre se ha tenido en cuenta, pero mucho más ahora, desde que en el mes de abril la cascada está abierta constantemente al público. Desde entonces, Ferroatlántica libera el caudal ecológico de la presa de Santa Uxía, dos kilómetros más arriba.

El impacto turístico ante esta medida ha sido espectacular, y cada mes son miles las personas (no hay contabilidad oficial, pero pasa de largo de los 15.000 visitantes, por las estimaciones) que acuden a disfrutar de uno de los espectáculos más llamativos de Galicia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario