lunes, 27 de febrero de 2012

Las sociedades de pescadores trabajan por la vida en los ríos


La sociedad Río Mar llevó a cabo ayer la última jornada de trabajo en la zona de Santa Irena

La sequía, los insecticidas, los herbicidas, las aguas fecales y los purines son los mayores peligros para los ríos, según creen en las sociedades de pesca de la Costa da Morte. Las entidades Río Mar, Venatoria de Bergantiños y Fario promueven limpiezas, adecentamientos y repoblaciones periódicamente para mejorar el estado del Grande do Porto y el Anllóns, pero su actividad es insuficiente. De hecho creen que es necesario una mayor sensibilidad de los organismos públicos y de los ciudadanos hacia los cauces fluviales.

José Mira, presidente de Río Mar, opina que es necesaria una mejor formación y control sobre el uso de productos químicos por parte de los agricultores y ganaderos. Sobre todo que no se apliquen en áreas próximas a los ríos, ya que las lluvias suelen arrastrar los restos de herbicidas y insecticidas hacia los cauces, como que ocurre con el purín. «Fai falta un maior control sobre os ríos. Primeiro deben dar información e logo, cando a xente xa estea formada, que se apliquen sancións aos que non cumpran», comenta.

En opinión de Mira Turnes, en los ríos se ve muy poca vida actualmente, opinión que comparten otros aficionados. Además, el caudal no es el normal en esta estación del año. En esta situación los vertidos causan un efecto mucho más nocivo sobre la fauna piscícola.

Miembros de la Venatoria de Bergantiños llevaron a cabo el sábado una jornada de reforestación de especies ribereñas en el bosque de Añón, en Carballo. Con esta medida, pretenden paliar en parte los efectos de la muerte de alisos en la orilla del cauce del Anllóns, plaga que también afecta a los márgenes del Grande.

Río Mar, por su parte, llevó a cabo ayer la tercera jornada de limpieza y desbroce en el principal cauce de Soneira. Desde primera hora de la mañana, un nutrido grupo de trabajadores, que son pescadores voluntarios, podaron árboles, retiraron ramas y otros restos de árboles en la zona de Santa Irena, en Salto-Vimianzo. También adecentaron el refugio de esta localidad. Lo que lamentaban algunos trabajadores es que dentro de un año tendrán que volver de nuevo a reparar daños que suelen llevar a cabo los vándalos.

Esta entidad soneirana puso ayer fin a las jornadas de trabajo con una merienda para las casi tres decenas de operarios que durante tres domingos contribuyeron a mejorar el aspecto de su río preferido. «Nós colaboramos e queremos seguir colaborando coa Administración», dice que José Mira, quien también demanda un poco más de implicación por parte de instituciones y ciudadanos.

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