Los armadores de la agrupación Pescagalicia-Arpega-Obarco han remitido a la conselleria de Mar, una solicitud en la que le conminan a impedir que se incluyan en los menús de colegios públicos, hospitales, centros de la tercera edad y comedores de organismos públicos pescados como el panga y la perca del Nilo y sustituirlos por productos pesqueros gallegos. Sustentan su petición en un estudio que ha realizado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en el que se han detectado restos de contaminantes ambientales en filetes de esas especies.
La OCU analizó 23 muestras de panga (17 congeladas y 6 adquiridas como frescas) y 6 de perca. En cuatro de las muestras del pescado que se cultiva en Vietnam, se encontraron «un herbicida, la trifluoralina, que ha sido prohibida en Europa», señala el estudio, que también recoge que en 9 de las muestras de panga y perca se detectó mercurio. Y aunque ese metal siempre se encontró en cantidades «por debajo de los límites legales, 0,5 miligramos por kilo, lo cierto es que, «en algunos casos, alcanzan la mitad de esa cifra». Por eso, la OCU subraya que, «si se tiene en cuenta que se trata de pescados que se sirven en comedores escolares y que los niños pueden llegar a comerlos varias veces por semana, la ingesta de mercurio puede llegar a ser significativa».
Ahora bien, la misma OCU aclara que ninguno de los dos contaminantes «suponen aisladamente un riesgo para la salud», aunque sí creen que aporta datos para reconsiderar la lista de especies que son fuente de mercurio e incluir el panga y la perca entre pescados como el atún o el pez espada, también ricos en ese metal.
También desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria pusieron énfasis en que los contaminantes detectados en las citadas especies no superan el límite legal y, por tanto, no suponen un riesgo para la salud.
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