jueves, 15 de marzo de 2012

Salmón Asturias: «Los cupos por persona no benefician a la especie»

Antón Caldevilla, presidente de la sociedad de pescadores El Esmerillón

La sociedad de pescadores que preside Antón Caldevilla fue de las que con más ímpetu reivindicó cambios en las anteriores normativas de pesca, llegando incluso a llevarlas ante los tribunales. Por eso ahora en El Esmerillón se muestran satisfechos con la nueva norma que regirá a lo largo de este año la pesca en los ríos asturianos, y a la que su presidente sólo añadiría un pero: el establecimiento de cupos por pescador, a los que Caldevilla es contrario.

¿Cómo valora la nueva normativa de pesca? Es una normativa que aplaudimos, porque además era lo que veníamos pidiendo. La gente que dice que se abrió mucho la mano es que sólo mira los días que se puede pescar y no otras cosas que regula, como el uso de cebos menos lesivos. Este año, por ejemplo, en cinco cotos muy buenos en el Sella desde el 1 de julio sólo se va poder pescar con mosca, también está el hecho de que hasta abril no se podrá usar cebo y tampoco los últimos 15 días de julio. Existen fórmulas y medidas que se han tomado para que los salmones queden en los ríos.

El cupo ha pasado de tres al año a dos a la semana. ¿Suficiente? Aunque es cierto que se amplió mucho, yo personalmente como presidente de El Esmerillón, soy reacio a los cupos por persona porque no benefician en nada a la especie, sino que reparten recursos del que mejor sabe para el que menos sabe. Nunca entendí ni entiendo eso de quitar al mejor pescador para que pesque el malo. Es como dejar en casa al deportista bueno. Absurdo.

¿Y el cupo por río? Tampoco, aunque de ponerlo sería preferible al río. Pero tampoco sabemos los salmones que van a entrar, por eso lo primero que hay que hacer es poner contadores y saber los que entran para saber los que se pueden pescar.

¿Es preciso entonces instalar contadores? En cada río salmonero debería haber un contador. Que después del verano se pueda hacer un muestreo está bien, pero se hace después de pescar.

¿Qué les diría a quienes alertan de que con esta normativa se va a acabar con el salmón? Que es una auténtica tontería. Hasta hace cuatro años el cupo mínimo era de 8, primero fue de 12 y antes ninguno. Es muy bonito el sacar un gráfico ante la opinión pública y decir ‘mira, esta es la evolución de la población de salmones en tantos años’, cuando en los últimos años, cuando más salmones había no dejaron pescar y el gráfico sigue abajo. Lo que hay que hacer es contar los salmones que quedan en el río, no los que se pescan, porque si no me dejas pescar serán cero, aunque haya 3.000 o 4.000 en el río. Toda la vida se pescó con caña y nunca pasó nada. Con caña el salmón que pica es un porcentaje mucho más pequeño del que entra, porque si no hace años que no los habría.

¿Dónde habría que mirar? El problema de los salmones ahora mismo no son los pescadores de caña.

¿Dónde salen más, pescando a caña o en una red de un barco? Eso es lo que tienen que estudiar. Los pescadores somos gente perseguida porque dicen que matamos a los peces, pero también se matan de otra forma. Si paso por encima de ellos cuarenta mil veces y los estreso o no los dejo comer, si los llevan los barcos.

¿Es partidario de comercializar el salmón? Totalmente. Hablamos de comercializar los salmones que se pescan. No se van a pescar más ni menos ni a vender más ni menos y sería una buena forma de promover la gastronomía de la ribera del Sella o del Narcea y creo que no tendría ningún inconveniente para la especie.
¿Afectaron las riadas? Cambió el cauce, los cogió con las huevas ya puestas, con peces sin eclosionar, recién salidos y en lugares donde desovan hay tres metros de arena. Fue un auténtico desastre, una desgracia ecológica. Por suerte la administración luchó por repoblar y se salvará el año.

¿Cómo valora la polémica en torno al presunto fraude del ‘campanu’ del pasado año? No quiero entrar en ese tema porque yo jamás habría denunciado una cosa de esas. Hay que tomar medidas de otra manera pero no hacer lo que se hizo. Para mí el ‘campanu’ fue válido en el momento en que los guardas le dieron el volante y la autoridad competente lo acreditó. No hay más que hablar, porque entonces desautorizamos a toda la guardería, guardias civiles… Yo no habría entrado. Ahora hay que dejarlo en manos del juez.

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