viernes, 20 de abril de 2012

León: Nuevo plante de los pescadores

Saúl Ramos, de San Justo de la Vega, muestra la trucha de 1,6 kilos capturada en Velilla de la Valduerna

En León, mal sigue discurriendo la temporada truchera en uno de los peores inicios que se recuerdan. El mes de abril no termina de asentarse, tras unas temperaturas inusuales para el comienzo de la primavera, ha regresado el tiempo revuelto con nieve en las montañas y mucho frío.

Los pescadores de mosca apenas consiguen capturas, con los ríos bajos y las aguas frías por el deshielo.

Algo mejor están pescando los especialistas de cucharilla que, a pesar de las dificultades, de vez en cuando se ven sorprendidos por ejemplares de gran tamaño. Dentro del cebo natural el cebo de río está prohibido, de forma que es la lombriz de tierra, que funciona mal con lo ríos bajos, la única autorizada.

Los aficionados, muy desanimados, ponen sus esperanzas en que vuelva el calor y comenzaremos a ver volar con profusión sarnosas, pardones y, ya en mayo, la mosca de la piedra, que no es otra cosa que la culminación madurativa del rancajo una vez que sale del lecho del río, rompe su caparazón que queda pegado a las piedras o a la vegetación de la orilla y vuela tras aparearse con los machos que son mas pequeños y carecen de alas. Entonces empezarán a moverse las grandes truchas. De lo mal que se está pescando da buena fe la cantidad de permisos sobrantes que no llegan a agotarse.


Por segundo año seguirá sin resolverse el conflicto ocasionado a raíz de la modificación de las bases del concurso de la Semana Internacional de la trucha. Dicha modificación con respecto a ediciones anteriores consiste en autorizar una sola mosca cuando se pesca a mosca seca, lo que deja muy limitados a los pescadores que practican este arte, la gran mayoría. En la fase de concurso suelen programarse mangas de seis horas entre las once y las diecisiete. En este tiempo es muy raro que las truchas «coman» en superficie mas de dos horas, por lo que la gran mayoría pesca con ninfas lastradas.

Al autorizar una sola mosca se elimina la posibilidad de utilizar una ninfa plomeada (que apenas pesca) y otra u otras en la línea. Quienes compitan pescando «a la leonesa» si podrán utilizar la cuerda habitual, con cinco moscas (cuatro por delante de la boya y una de rastro) pero con anzuelos sin muerte y sin lastrar. Los puristas de la mosca seca, sin embargo, están de acuerdo con la norma, pues aseguran que, con paciencia y habilidad, pueden «levantarse» truchas fuera del momento de postura pescando «al agua» con moscas adecuadas como un buen tricóptero.

Teniendo en cuenta que la temperatura ideal del agua para que la trucha tenga actividad se sitúa entre 10 y 15 grados, (por debajo de cinco no hay actividad) y que las aguas discurren muy frías, será preciso buscar lugares de pesca donde no haya deshielos. En las zonas libres y libres sin muerte del Valcarce y del Burbia, en El Bierzo, se estaba pescando relativamente bien. Además abundaban las truchas arco iris, con la posibilidad de su aprovechamiento. De hecho se han pescado buenas truchas a comienzo de la temporada.

Otro río recomendado es el Órbigo que, al estar regulado por pantano, mantiene la temperatura algo mas alta. Sin embargo discurre con caudales muy bajos, por lo que la zona donde se está pescando mejor es en Carrizo y muy mal en Veguellina.

En los embalses, especialmente en Vegamián, se están pescando grandes truchas. Al estar embalsando la pesca suele comer, especialmente por la mañana, en las orillas recientemente inundadas donde abundan larvas y lombrices y donde acuden también peces pequeños, principal alimento de las truchas pantaneras. Las cucharillas y rapalas en lance y los streamers en «cola de rata», son los señuelos mas eficaces en las aguas embalsadas.

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