miércoles, 30 de mayo de 2012

150.000 preservativos en la Villa Olímpica (tocan a 10 por deportista)

Siempre hemos pensado que practicar sexo debía ser considerado deporte olímpico y que, con mucho gusto, representaríamos a nuestro país si finalmente el Comité Olímpico Internacional se decidiese a hacerlo. El caso es que al parecer los atletas olímpicos también son unos campeones en el terreno sexual, porque atentos a la noticia.





La empresa de preservativos Durex distribuirá unos 150.000 profilácticos a los más de 16.000 atletas que se reúnan en la Villa Olímpica durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Londres, para preservar el contagio de posibles enfermedades e impedir embarazos no deseados.

La cifra no resulta tan abultada si se tiene en cuenta que la misma compañía repartió más de 100.000 preservativos en los Juegos de Invierno de Vancouver 2010 entre unos 7.000 deportistas que no encontraron mejor forma de combatir las bajas temperaturas canadienses que practicando el sexo seguro hasta agotar las existencias.

Tras aplacar los ánimos fogosos, para aquellos que su estricta nutrición se lo pueda permitir, la organización de la cita olímpica construirá en las inmediaciones de la Villa Olímpica el mayor McDonald's del mundo con una capacidad para 1.500 personas sentadas, donde las previsiones auguran que se venderán cerca de 50.000 Big Macs, 100.000 raciones de patatas fritas y unos 30.000 batidos.

Para aquellos que no gusten del restaurante americano por excelencia, la organización dispondrá de diversos establecimientos alimenticios dentro del recinto al que únicamente tienen acceso los deportistas.

Las cifras empachan sólo de imaginarlas. A saber, se prevé el consumo de 25.000 raciones de pan, 232 toneladas de patatas, más de 100 toneladas de carne o 75.000 litros de leche por citar alguno de los alimentos que más se consumirán.

Preservativos en cifras:

1. Durante los Juegos Olímpicos de Sidney (2000), los organizadores dieron 70.000 condones. Pero se quedaron cortos y hubo que encargar 20.000 más.

2. Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Pekín (2008) encargaron 100.000 y no hubo peticiones de más ni devoluciones. Quizá porque en los envoltorios venía la clásica cita deportiva "más rápido, más alto, más fuerte" y los deportistas se los quedaban recuerdo.

3. Los organizadores de las Olimpiadas de Invierno de Vancouver (2010) tomaron nota del dato anterior y encargaron otros 100.000 condones. Y es que ya se sabe que en los juegos de invierno hay que procurar estar calentito.

Así que ya sabéis, amigos: un motivo más para hacer deporte. Mucho más convincente que lo de sentirse bien, alcanzar la gloria o modelar el cuerpo.

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