lunes, 11 de junio de 2012

Aprovechan descartes de pescado para generar electricidad

Usar las cabezas de pescado para generar energía es una de las innovaciones que puede ayudar a reducir el gasto en energía


Varias cadenas de supermercados están probando maneras de aprovechar los descartes de pescado y de aceites comestibles para disminuir sus costos de energía y de tratamiento de residuos. Tesco, Marks & Spencer, Waitrose, William Morrison Supermarkets Plc (MRW), Wal-Mart y Sainsbury, por ejemplo, resolvieron convertir las cabezas de pescado y la grasa animal en electricidad para reducir el costo del servicio de retiro de residuos.

Los supermercados se están moviendo en esta dirección para evitar los impuestos cada vez más altos para el tratamiento de desperdicios.

“Convertir el desperdicio de los alimentos en digestión anaeróbica no es algo que tengan que pensar mucho los supermercados. Los costos del tratamiento de desperdicios y de la energía serán cada vez más altos”, explica Niamh McSherry, analista de alimentos minoristas de Berenberg Bank.

En ausencia de oxígeno, la digestión anaeróbica descompone la materia orgánica para formar un biogás que se puede utilizar para generar electricidad.

El Gobierno británico pronostica que la bioenergía puede representar al menos el 8% de la demanda del Reino Unido para 2020.

Biffa Group Ltd procesará los desperdicios de Sainsbury durante los próximos dos años y Biogen Ltd ya procesa los alimentos de las tiendas de Waitrose. Los proyectos para convertir los desperdicios en energía se benefician de subsidios públicos bajo el programa de Certificado de Obligación Renovable del Gobierno, que requiere que las empresas compren cada vez más electricidad de fuentes de energía limpias.

Las refinerías también están avanzando en este campo: Neste Oil Oyj (NES1V) está produciendo combustible diésel para automóviles y camiones a partir de vísceras de panga.

En tanto, Morrison’s, como parte de su plan de cero desperdicio para los vertederos para 2013, envía basura a las plantas de bioenergía. Y Marks & Spencer lucha para convertirse en una empresa que no genera carbono en el Reino Unido e Irlanda este año y envía el 89% de sus desperdicios de alimentos a instalaciones similares.

A su vez, Sainsbury planea construir 40 plantas en cinco años que utilizarán desperdicios para generar electricidad. Con el propósito de reducir las emisiones un 30% para 2020, la compañía instaló paneles solares de cerca de 7 megavatios en sus tiendas, los que combinados podrían generar más electricidad que una sola granja solar en el Reino Unido, dijo Neil Sachdev, director y propietario del minorista.

Una de las tiendas de la firma utiliza además energía geotérmica.

Pero Morrison's destaca que la tienda “más ecológica” es la que abrió en Peterborough en octubre pasado: además de paneles solares, tiene una iluminación más eficiente y bombas de aire que utilizan el oxígeno exterior para producir calefacción.

 

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