sábado, 15 de diciembre de 2012

Desbordados todos los ríos gallegos por las intensas lluvias


Río Gafos


El temporal de aire y viento que azota toda la comunidad provocó diversas incidencias en los municipios de la comarca coruñesa y de A Costa da Morte. Inundaciones, desprendimientos y caídas de árboles fueron la tónica dominante en toda la zona. Uno de los municipios más afectados por las lluvias fue Vimianzo, donde el colegio de Infantil y Primaria San Vicenzo decidió suspender las clases debido a las intensas lluvias. A las nueve de la mañana el patio exterior estaba totalmente inundado y el río Grande, que bordea el centro por la parte trasera, estaba desbordado.
Ante el riesgo de que siguiese creciendo el caudal durante el día, el claustro optó por suspender las clases, que podrán reanudarse el lunes con normalidad. Los docentes recordaban ayer las riadas que en 2006 asolaron el casco urbano de Cee, cuando también se inundó todo el recinto y hubo que sacar a los alumnos en un tractor ante el peligro de ser arrastrados por la corriente. El agua que cayó durante la noche afectó a la biblioteca y al aula de música.
Las calles de las inmediaciones del centro escolar también resultaron afectadas, ya que las arquetas no eran capaces de absorber toda el agua caída y varios vecinos tuvieron que retirar sus vehículos de la zona al haber riesgo de que entrase en su interior. Algunas calles permanecieron cortadas y varias carreteras secundarias también fueron señalizadas debido a las bolsas de agua. Además, cayeron cinco árboles en pistas del municipio y hubo un desprendimiento de tierra en la carretera de Berdoias.
En el municipio de Carballo también hubo inundaciones en la zona de Rus, en el límite con Coristanco, y por la tarde se pudo restablecer la circulación. En una pista de Entrecruces hubo que retirar una cepa de grandes dimensiones que entorpecía el tráfico.
El fuerte oleaje de la costa no provocó incidentes graves en la zona, pero el museo del Alemán de Camelle (Camariñas) corre peligro, ya que las olas atraviesan el espigón de un lado a otro y baten con fuerza contra la caseta. En Corcubión también resultaron afectadas dos lanchas de pescadores que estaban en la playa de Santa Isabel.

El río atravesó de lado a lado, literalmente, la carretera de Vilagarcía a la altura de Campañó y hubo que regular el tráfico

Pontevedra y su comarca fue una de las zonas de Galicia más afectada por las intensas lluvias y los fuertes vientos de "Nicki". El temporal dejó a su paso numerosos ríos desbordados, vías de comunicación cortadas por inundaciones y árboles caídos, así como desperfectos causados por las rachas huracanadas que en la estación del monte Xesteiras, en Cuntis, llegaron a superar los 132 kilómetros por hora. Se cumplieron los pronósticos en cuanto a las intensas precipitaciones que se esperaban y se recogieron hasta 128 litros por metro cuadrado, también en Cuntis, mientras que fueron 91 litros en Cotobade, 87 en Castrove (Poio) y 59 en Lourizán. Todo ello, en menos de doce horas.
La ciudad de Pontevedra, además, mira de reojo al río Lérez ya que una espectacular crecida de más de tres metros en apenas 20 horas provocó la inundación de la estación de bombeo de Monte Porreiro, aunque sin alcanzar a las máquinas, y tiene en alerta desde la madrugada de ayer a todo el sistema de suministro de agua de la ciudad, ya que corre el peligro de quedar cortado. A las 12.00 horas de ayer el río se elevaba hasta menos de un metro por debajo de las propias bombas, y la nave que las aloja presentaba una capa de agua de más de 20 centímetros. Afortunadamente, a lo largo de la tarde se redujo el caudal del Lérez, lo que alejó el riesgo de cortar el suministro, pero la alerta sigue en pie en función de la evolución de las lluvias Y es que si se inundan esas bombas, Pontevedra y la ría verían muy mermado su abastecimiento ya que las canalizaciones que proceden del embalse del Pontillón no tienen capacidad suficiente para suministrar el agua necesaria.
En Pontevedra capital, una noche relativamente tranquila -en la que se registraron caídas de losetas y de contenedores- dio paso a una mañana cargada de un rosario de incidencias provocados, principalmente por la intensa lluvia. Además de los problemas que generó la espectacular crecida del Lérez en el suministro de agua en la ciudad, la profunda borrasca obligó a cortar parcialmente la autovía de Marín a la altura de Ence. Los bomberos tuvieron que achicar durante mucho tiempo el agua que se acumulaba en la calzada y que llegó a cortar al tránsito los dos carriles de entrada a la ciudad de Pontevedra. Fuentes municipales achacaron esta acumulación del agua, probablemente, a las obras que se están desarrollando en el nudo de Celulosas. Por la tarde se repitieron los problemas en este vial debido a la subida de la marea.
A primera hora de la mañana también se produjeron restricciones de tráfico en el Puente de A Barca para que los bomberos pudieran retirar una plancha de metal que amenazaba con caerse. Se registraron caídas de árboles (o con riesgo de hacerlo) en Cachafeiro, en el Recinto Ferial, Monte Porreiro, en el IES A Xunqueira II, Ramón Peña y en la Avenida de Buenos Aires (en donde fue necesario cortar la calle ante la posible caída del árbol sobre el tendido eléctrico, normalizándose la circulación en este vial sobre las 10.30 horas, aproximadamente). En Pontesampaio fue una farola la que acabó por los suelos, así como una galería de un edificio en la Rúa Real. También se dio aviso de un andamio con riesgo de desplome en Manuel del Palacio y se vinieron abajo como consecuencia de las intensas lluvias varios muros y postes en Verducido o A Canicouva. A todo esto hay sumar caída de losetas, contenedores por los suelos, vallas publicitarias.
El tráfico rodado fue muy complicado a lo largo de toda la jornada, especialmente por la mañana. Si acceder a Pontevedra desde Marín por la autovía era difícil, no estaba más sencillo llegar a la capital desde otros puntos como Vilagarcía. La PO-531, a la altura de la avícola en Campañó, estaba completamente inundada. Un río surgido de la nada atravesaba la calzada bajo el puente de la autopista obligando a intervenir a los servicios de mantenimiento y a la Guardia Civil de Tráfico, que supervisaban el paso de vehículos en este punto atravesando cuidadosamente esta gran balsa de agua.
El río Rons también se desbordaba a su paso por Alba y amenazaba con llegar a varias viviendas de San Caetano.
El Gafos también se salió de su curso a su paso por el tramo urbano y el paseo fluvial en Ponte Boleira quedó anegado.
La llegada de "Nicki" también hizo que despertarán los peores temores entre los vecinos de Tomeza y O Marco. El río Tomeza inundó fincas y amenazó viviendas lo que exaltó los ánimos de los residentes en la zona ya que vienen advirtiendo de esta posibilidad a los responsables de la obra de remodelación del nudo de O Pino desde hace meses. "Esta zona es anegable desde siempre", explica Pablo Carro, uno de los vecinos del lugar, "se inundaba de vez en cuando pero siempre sin peligro para las viviendas", añadió. Sin embargo, ayer las cosas cambiaron. El agua amenazó con llegar hasta las viviendas e invadió fincas y espacios que habitualmente no ocupaba.
Los afectados culpan de esta nueva situación a las obras de remodelación del nudo de O Pino y, concretamente, a una carretera de servicio que se construyó para ejecutar el nuevo puente sobre el río Tomeza. Consideran que las tuberías que instalaron como desagüe son "a todas luces insuficientes" y afirma que "así se lo hicimos saber al ingeniero de Fomento responsable de esta obra". "Entonces nos dijo que no sabíamos nada, que esas tuberías eran más que suficiente pero me gustaría haberlo visto hoy -por ayer- por aquí, a ver qué nos decía".
La crecida del Tomeza anegó ya un infravivienda que ocupan dos personas al lado del nudo viario, anegó varias fincas particulares y se quedó a pocos metros de entrar en una vivienda. Los vecinos se pasaron la jornada pendientes del río y se preparan para vivir dos días "en vilo" ante el anuncio de que continuarán las lluvias. "No se puede estar con esta espada de Damocles continuamente encima", explicó Pablo Carro, ante el temor de que las inundaciones puedan ir a peor.
Las intensas lluvias y el temporal también causó problemas en el estadio de Pasarón, cuyo terreno de juego quedó completamente anegado y se produjeron desperfectos en las gradas.
El Concello mantuvo durante toda la jornada a los servicios de emergencia en estado de alerta. Es decir, los efectivos que estaban libres deberían permanecer atentos para reincorporarse en el caso de que se produjese un incidente de gravedad que requiriese reforzar el servicio.
 


Las intensas y persistentes lluvias que trajo consigo "Nicki" en Pontevedra, obligaron a las autoridades a abrir las compuertas de la presa del lago Castiñeiras. Una masa de agua que nutre al río Lameiriña que, durante toda la mañana, ya había amenazado con inundar diversos puntos de Marín. Ante esta situación, Protección Civil, la Xunta de Galicia, el Concello y la Policía Local acordaron minimizar riesgos y se decidió que los 270 escolares del colegio de O Sequelo (que ya había sido dañado en una anterior inundación) terminasen sus clases antes de tiempo y sobre la una de la tarde se decidió que volvieran a sus casas procediendo al desalojo ordenado del centro.
En todos los concellos de la comarca se vivió pendiente de la crecida de sus ríos. En Ponte Caldelas el Verdugo se salió de su cauce a su paso por el tramo urbano, según explicaron fuentes municipales.
En Caldas otra vez volvieron a estar muy pendientes del río Umia y de su afluente el Bermaña. La presa de A Baxe tuvo que abrir las compuertas incapaz de contener todo el volumen de agua que cayó río arriba y esto se dejó notar en el casco urbano. El nivel río Umia se mantuvo toda la jornada al límite del desbordamiento a su paso por el casco urbano. Llegaron a faltar tan solo 40 centímetros para que rebosara inundando la ciudad. De hecho, anegó fincas y solares río abajo. El alcalde, Juan Manuel reconoció que vivieron toda la jornada con mucha preocupación. Se llegó a desplazar hasta al Grupo de Apoyo Logístico de la Axencia Galega de Emerxencias para enfrentarse a cualquier emergencia. Efectivos de Protección Civil achicaron agua de bajos como el Froiz de la calle Juan Fuentes. En Cuntis también estuvieron pendientes del río Gallo y Protección Civil mantuvo activas numerosas bombas de achique en bajos del centro de la localidad.
Otro incidente destacable se produjo en Vilaboa en donde una mujer y sus dos hijos menores se llevaron un gran susto cuando circulaban con su coche por una pista secundaria de Figueirido. De repente, el suelo de la calzada cedió y el vehículo quedó semivolcado al caer dentro de un socavón provocado por las intensas precipitaciones. Efectivos de Protección Civil de Vilaboa se desplazaron hasta el lugar y ayudaron a estas tres personas a salir de su vehículo sin que sufrieran ningún tipo de daño.
En Poio varias embarcaciones quedaron varadas en las playas y en Sanxenxo se registraron caídas de árboles, algunos de ellos sobre el tendido eléctrico como es el caso de Adina. El temporal también arrastró en las últimas horas a un delfín que apareció varado en la playa de Silgar. El mamífero fue hallado muerto por los vecinos quienes avisaron de inmediato a la policía local y al Gremmar. Se trataba de un delfín común de algo más de dos metros.



El río Lérez a su paso por ENCE

El paseo fluvial del río de Os Gafos volvió a inundarse y estuvo impracticable durante buena parte de la jornada en el tramo que discurre entre Ponte Boleira y la estación de autobuses. Por la tarde, las arquetas del saneamiento volvieron a desbordarse. También se produjeron bolsas de agua en otros puntos de la ciudad.
Otro de los ríos que abandonó su cauce debido a la crecida fue el Verdugo a su paso por el casco urbano de Ponte Caldelas. Las brigadas de la Diputación también despejaron carreteras cortadas en Barro, Portas, Moraña (en la carretera que une Xeve con Amil), en Vilaboa, Poio (en O Vao) o en Figueirido, entre otros puntos.

El río Rons invadiendo fincas y casas


 El río Umia llegó a inundar algunas fincas e inmuebles próximos al río a su paso por el casco urbano como el molino. En el Concello estuvieron todo el día pendiente del río que a última hora de la tarde de ayer comenzaba a bajar su nivel.

Estado que presentaba ayer por la mañana el entorno anegado por el río Umia en Baión


El temporal de lluvia y viento que asoló desde la madrugada hasta el mediodía la comarca de O Salnés, con rachas en algunas zonas de más de 85 kilómetros por hora, se saldó con más de un centenar de incidencias en todos los municipios, siendo las principales causas de solicitud de los servicios de emergencia las caídas de árboles, de carteles y contenedores en la vía pública, así como el desamarre de varias embarcaciones que quedaron a la deriva.
Hubo también importantes bolsas de agua en las carreteras y caminos que dificultaron la circulación rodada y también se produjo la crecida de ríos. El caso más llamativo fue el Umia que volvió a desbordar a su paso por Vilanova, Meis y Ribadumia, anegando las tierras colindantes.
En Vilagarcía, el equipo de guardia del servicio municipal de Emergencias estuvo trabajando toda la noche a destajo. Sobre la una y veinte de la madrugada fueron avisados de la caída de un árbol en Bamio, cerca de la gasolinera, sobre la carretera PO-548, que tuvieron que cortar y retirar para restablecer la circulación. Una hora más tarde recibieron una llamada del 112 indicando que había una embarcación de Carril a la deriva. Pero al llegar a la zona vieron que ya estaba a la altura de Os Lombos do Ulla. Debido a las malas condiciones del mar en ese momento, en coordinación con Salvamento, decidieron esperar a la mañana. Sobre las 11 horas Salvamento indicó de que la lancha había aparecido en la playa de As Conchas, en Rianxo.
Sobre las 4,20 de la madrugada el viento derribó un árbol en la carretera de O Sixto que también tuvieron que cortar y retirar los efectivos de Emergencias. Hubo además un poste caído en Zamar y varios contenedores sobre la vía pública. Además en la calle Rosalía de Castro se produjeron varias bolsas de agua que dificultaron la circulación.
En Cambados los voluntarios de Protección Civil también tuvieron una noche agitada recogiendo de la vía pública contenedores, macetas, antenas, una parabólica, señales y carteles, además de tener que cortar tres árboles caídos sobre la calzada en Vilariño y Castrelo.
En Vilanova los efectivos de Protección Civil acudieron de mañana a retirar un muro caído sobre la vía pública en Paderne, parroquia de Baión, que también sufrió las consecuencias del anegamiento de fincas como consecuencia al desbordar el río Umia. Contenedores, carteles y señales caídos fueron una constante por Caleiro y Corón.
En Meis sobre las 6,30 horas tuvieron que retirar un árbol en la carretera de San Salvador a Armenteira, en el lugar de Silván. También la Ruta da Pedra e da Auga sufrió serios desperfectos en algunos tramos, tanto en el municipio meisino como en el término municipal de Ribadumia. Los efectivos ribadumienses a las 6,30 de la mañana también tuvieron que salir para retirar un árbol en el lugar de O Casal, en Barrantes. Además estuvieron pendientes del río Umia que desbordó por varios tramos.
Los efectivos de Pontecesures y de Catoira han tenido bastante trabajo con las incidencias que se produjeron durante toda la madrugada y la mañana, aunque ninguna ha revestido especial gravedad.
En O Grove, los efectivos de Protección Civil no contabilizaron daños importantes, aunque en la zona de A Lanzada hubo rachas de viento de más de 84 kilómetros por hora.
Por otra parte, en Valga volvieron a desbordar los ríos Louro, Valga y regato da Devesa, afectando a varias propiedades.


La Ruta da Pedra e da Auga del río Umia sufre desperfectos

A lo largo del día, dos personas tuvieron que ser rescatadas del interior de un vehículo atrapado en el agua en Rois por la crecida del río Sar, en la carretera que va de Lamego a Pazos (Padrón), y en Betanzos la crecida del río Mandeo obligó a cortar al tránsito en el paseo marítimo.
Árboles caídos en Aríns, Grixoa, San Marcos y Costa do Río, un contenedor desplazado por el viento en Cruceiro do Sar y una inundación en la terraza de un octavo piso en un inmueble de la calle Santiago de Chile es el balance de esta noche de temporal en Santiago.
El río Barcala y su afluente el Albariña también se desbordaron durante la pasada madrugada como consecuencia de las fuertes lluvias acumuladas, con más de 100 litros por metro cuadrado que se registraron en la estación que MeteoGalicia tiene en la parroquia xalleira de Fontecada. Zonas como el área recreativa del Refuxio de Cobas, así como buena parte del paseo fluvial que une Cobas con la villa de Negreira, amanecieron bajo las aguas, quedando los puentes obstruídos por los troncos de madera que fueron arrastrados por la corriente en la que es la primera gran «enchenta» del otoño en el Val de Barcala.
En A Coruña, permanecen cerrados los accesos a las zonas cercanas al mar y los parques y jardines y cayó una cornisa en Puerta Real. En Cambre han registrado varias incidencias como la caída de un andamio de una obra y la policía local informó de caída de tejas, árboles y cascotes, y en Betanzos han tenido que cortar el tráfico en las inmediaciones del paseo por la crecida del río Mandeo a primera hora de la mañana.
En el ayuntamiento de Ponteareas el desbordamiento del río Tea ha provocado que tres viviendas tuvieran que ser evacuadas. También necesitaron ayuda varios conductores que circulaban por un vial paralelo al cauce y quedaron atrapados.

Desbordamiento del río Tea

Río Miñor

Río Tea






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