martes, 9 de abril de 2013

Vuelve a aparecer el berberecho en Boiro





El marisqueo en Arousa, en la que históricamente es la ría más productiva del mundo, agoniza. Y buena parte de ese estado se debe a la desaparición del berberecho, que lleva muchos meses sin verse en las lonjas y que está desangrando la economía de centenares de familias. En ese contexto de desesperación, cualquier noticia positiva, por pequeña que sea, se toma como el clavo ardiendo al que agarrarse. Por eso hace unos días que en la cofradía de Cabo de Cruz (Boiro) hay alegría. Porque la bióloga del pósito encontró en dos puntos cría de esa especie sobre la que se construyó el imperio del marisco en la ría arousana. Es decir, que hay algún síntoma de que el recurso podría llegar a recuperarse.

La desaparición del berberecho en Arousa fue la crónica de un anuncio a cuentagotas. Mariscadores, patrones mayores y parquistas de la ría avisaron durante tiempo y tiempo de que el recurso no estaba bien. Finalmente, en junio del año pasado, los técnicos del servicio de patología del Intecmar confirmaron los peores augurios: un parásito, la marteilia, estaba acabando con la especie. A partir de ahí, ese bivalvo otrora abundante, mermó a pasos agigantados.

Desde el mes de junio a agosto se subastaron en la ría solo 3.598 kilos, frente a los 150.053 que se habían vendido el año anterior en el mismo período. Y, lo que es más grave, desde septiembre hasta ahora en el grueso de las subastas nunca más ha vuelto a aparecer su nombre para regocijo de la ría pontevedresa, que ha festejado precios históricos a cuenta de la carestía arousana.

La mayor evidencia de que el recurso está en jaque mate fue lo que ocurrió con el libre marisqueo: el banco más importante, el de Os Lombos do Ulla, se cerró, entre otras cosas, porque no se encontró berberecho y la actividad se volvía insostenible.

Por eso la cría hallada en Cabo de Cruz es importante. Señalaba ayer la bióloga que, de momento, lo único que se puede hacer es esperar. «En los muestreos se ve que hay y que está bastante repartido, pero ahora hay que ver si aguanta», enfatizó.

Dos son los enemigos que se le avecinan: las lluvias primaverales y el furtivismo. A ese respecto, el patrón mayor de Cabo de Cruz señalaba ayer: «Seguramente nos leven isto que apareceu, como levan todo. Están acabando coa actividade».

Y, mientras en Boiro cruzan los dedos, la Xunta, a través del CIMA, sigue controlando la marteilia para intentar recuperar el berberecho. Los pronósticos no son buenos. De hecho, los estudios indican que Os Lombos seguirá sin la especie la próxima campaña, ya que la plaga continúa en Arousa. Solo cabe esperar que la naturaleza se rebele y que lo que ahora son pequeñas manchas en Cabo deriven en el reverdecer de la especie.

 

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