lunes, 20 de mayo de 2013

Asistencia masiva a la Festa do salmón de A Estrada





La Festa do Salmón celebró ayer su cuarenta cumpleaños con el privilegio de disfrutar de su recién estrenada consideración de Fiesta de Interés Turístico Gallego en compañía de las 9.000 personas que, según la organización, se dieron cita en A Estrada para disfrutar de los diversos actos programados con motivo del festejo. En una jornada marcada por la sonora manifestación de los afectados por las preferentes, la fiesta se saldó con éxito de público y de expectativas por parte de los hosteleros y restauradores locales, según destacó el Concello. Este cifró en 1.900 bandejas de tapas y, por tanto, en 5.800 pinchos los exquisitos bocados de salmón servidos al mediodía de ayer en la degustación popular que tuvo lugar en la Praza da Constitución bajo una carpa.

Fue el broche de oro a una celebración que contó con la complicidad de la meteorología. El sol y la ausencia de precipitaciones hasta pasadas las 14.00 horas ayudaron a atraer público a la celebración. Esta había arrancado por la mañana con la Feira de Artesanía y una muestra de montaje de moscas -para la pesca- habilitadas en la alameda municipal; 200 participantes recorriendo 42 kilómetros en la XVII Ruta do Salmón en BTT; la concentración de motos Harley Davidson en la calle Calvo Sotelo; y el novedoso Photocall do Salmón, que atrajo la atención de más de 500 personas, especialmente niños, repartiendo más de 250 portadas conmemorativas de la fiesta con fotografía de los participantes.

Pero, como cada año, los actos centrales de la fiesta fueron la degustación popular y el acto oficial en el Teatro Principal que le precede, con la lectura del pregón y la imposición de los Salmóns de Ouro, que impulsan el Centro de Iniciativas e Turismo (CIT), el Concello y la Sociedade Deportiva Río Ulla. Chus Fernández Bascuas ejerció de maestra de ceremonias en un acto al que asistieron el conselleiro de Cultura, Xesús Vázquez, y el director xeral de Conservación da Natureza, Ricardo García-Borregón, junto a los presidentes del CIT y de Río Ulla, Luis Reimóndez y Miguel de la Calle, respectivamente.

El pregonero, el cirujano infantil jubilado y exjefe de Servizo de Cirurxía Pediátrica del Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela (USC) Ramiro Varela Cives pronunció un pregón cuajado de citas literarias, que combinó con maestría con información de corte científico acerca del salmón, cuestiones antropológicas y su propia relación personal con el Ulla y A Estrada, donde tiene"hondas raíces familiares paternas". Como el salmón, también Varela Cives gusta de retornar a sus orígenes.

Lo mismo le ocurre a los dos miembros de la "estirpe estradense" galardonados con los Salmóns de Ouro. Javier Otero Neira, el joven pianista que lidera en Galicia el ranking de premios nacionales e internacionales pese a contar solo 32 años, prometió contribuir a situar A Estrada "en la primera línea cultural de Galicia, España" e incluso el extranjero. Quiso dedicarle el galardón a su familia, a su mujer, a sus amigos y muy especialmente a sus padres por tener el "tesón y la valentía de apoyar a un hijo que tenía el sueño de ser pianista".

El otro galardonado, el secretario xeral de Política Lingüística, el estradense Valentín García, volvía al acto oficial que vivió en el pasado desde múltiples perspectivas -como pregonero, como vicepresidente del CIT y como maestro de ceremonias- ya como homenajeado. Ante su mujer Dolores, sus "alevines" Fátima y Rodrigo, su hermana Paula, muchos amigos y el tejido asociativo al que tanto ayudó como normalizador lingüístico municipal y activista cultural, Valentín no pudo evitar emocionarse. Su grave voz se quebró momentáneamente al subrayar que su mujer y sus hijos son "la fuerza" por la que remonta y vuelve siempre a su pueblo, donde sabe que sus hijos están en buenas manos. Para él ayer era un día especial al recibir la insignia que tantas veces colocó en la solapa del exalcalde Ramón Campos, el primero que le dijo que algún día también él la obtendría. García prometió llevar el Salmón de Ouro "siempre encima del corazón", por ser la señal de un pueblo único, del que se siente parte y al que le augura "un gran futuro".

Pero la banda sonora de la fiesta la pusieron, sin duda, los más de 150 afectados por preferentes y subordinadas que se dieron cita en A Estrada. Sus bocinas y hasta una motosierra sin hoja atronaron el corazón de la celebración desde las 11.30 horas. Fue entonces cuando se vivieron los primeros momentos de tensión entre los manifestantes y las fuerzas del orden, que procedieron a identificar a quienes trataban de colocar pancartas reivindicativas ante la casa consistorial. Dos de los manifestantes carecían de documentación y fueron introducidos por la Benemérita en vehículos policiales para proceder a su identificación, entre las protestas de sus compañeros que rodearon los coches exigiendo su liberación, que tardó unos minutos.

Pero el tira y afloja entre unos y otros no se quedó ahí. Los manifestantes pretendían manifestarse ante la casa consistorial y el Teatro Principal, con la excepción de José María Vázquez, el que se erigiera portavoz de la Plataforma Comarca da Estrada en sus orígenes y, a la postre,encargado de enviar la comunicación de manifestación a la Subdelegación del Gobierno. Vázquez fue ayer el gran ausente en la primera línea de la manifestación. Al pretender desarrollarse la movilización ante el consistorio y el Teatro, el capitán de la Guardia Civil de Lalín hizo notar a los manifestantes que estaban incurriendo en una infracción porque la comunicación remitida a la Subdelegación situaba los actos reivindicativos en Justo Martínez y el entorno de los jardines. Los preferentistas -entre los que había miembros de la Plataforma Comarca da Estrada y de otras coordinadoras como Santiago, Baixo Miño, Pontevedra-Marín o la recién creada en Umia y también afectados individuales de Silleda y Forcarei- no se dieron por vencidos y siguieron al gobierno local en su recorrido hasta el Teatro Principal. Miembros del BNG también se sumaron a la protesta de los preferentistas.

Un importante despliegue policial -con Guardia Civil de la zona, efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) de la Benemérita y Policía Local- impidió su acceso al interior del auditorio. Fuera, los pitos de los manifestantes -liderados por afectados de Santiago y Baixo Miño-rivalizaron en decibelios con la música de la Banda Municipal da Estrada. Durante más de una hora pitaron y corearon numerosas consignas: "¡No es una quita, es un robo!, ¡Nosotros a trabajar y ellos a robar!, ¡No pararemos hasta que cobremos!, ¡Ahí está la cueva de Alí Babá!, ¡Partido Popular, partido de ladrones!, ¡No hay pan para tanto chorizo!, ¡El teatro está blindado por un amigo de Dorado! y ¡Devolución de nuestros ahorros!".

Dentro del Teatro, los pitos se sentían lejanos, ganando intensidad cada vez que alguien abría la puerta. El riguroso filtrado de asistentes establecido por las fuerzas del orden suscitó la ironía del líder de la plataforma del Baixo Miño, Xulio Vicente, que, tras intentar sin éxito entrar o lograr un intermediario que trasladase las quejas a las autoridades, exclamó: "¡No trajimos veterinario. No tenemos pedigrí!"

Aun así, dentro del Teatro Principal, la reivindicación preferentista se abrió paso de la mano del alcalde José López, que inició su discurso refiriéndose a los manifestantes y asegurando que "se está intentando poner remedio" al "conflicto grave" derivado de la "estafa de las preferentes y las subordinadas". Quiso agradecer a los preferentistas que permitiesen "desarrollar este acto con total normalidad".

Pese a todo, fuera se preparaba ya un fuerte cordón policial que se encargó de escoltar a las autoridades hasta el coche del conselleiro de Cultura primero y luego hasta la carpa de la degustación popular, a cuya entrada el gobierno local y las demás autoridades escucharon una pieza interpretada por la banda, de nuevo en liza con los pitos de los preferentistas. Estos quisieron hacerle llegar al alcalde un folleto reivindicativo, algo que inicialmente impidió un agente de la Usecic pero que, acto seguido, garantizó el sargento de la Benemérita de A Estrada.

El cordón policial también vedó el paso a la carpa de los manifestantes, que continuaron pitando durante un rato si bien luego decidieron irse porque, según fuentes de la Plataforma Comarca da Estrada, ya habían logrado su objetivo de hacerse oír y no querían perjudicar a los hosteleros en la fiesta gastronómica estradense por excelencia.

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