miércoles, 24 de julio de 2013

Vida para los afluentes del río Caudal


Raúl Álvarez y Aitor Fernández sueltan alevines en el río Aller a la altura de Bustiello


Los afluentes del río Caudal tienen, desde ayer, más vida. La Asociación de Pesca de Riosa y Morcín repobló ayer un pequeño tramo del río Aller en Bustiello y buena parte del cauce del río Riosa con 30.000 alevines de trucha procedentes del Centro Ictiogénico de Cabañaquinta. Dicho centro es propiedad de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial. «Esta asociación colabora siempre con nosotros y nos apoya en nuestra labor», señala Ignacio Fernández, presidente de la Asociación de Pesca de Riosa y Morcín. Las repoblaciones son necesarias, «porque si con la pesca sacas peces y no metes, al final acabamos con la vida en el río», afirma Fernández.

La suciedad de los ríos también es un grave problema. Una cuadrilla de voluntarios realizó recientemente labores de limpieza en el cauce del Riosa, donde se recogieron ocho toneladas de basura. El vicepresidente de la Asociación de Pesca de Riosa y Morcín, Misael Rodríguez, destaca que «hay que concienciar a la gente de que hay que limpiar el río o se quedará sin vida». La maleza que lo rodea también puede perjudicial. «En la zona de Santa Eulalia, el río es un túnel, no entra el sol por la suciedad y por los árboles y matorrales que están pegados al agua», añade Rodríguez, que afirma que «el ayuntamiento de Morcín se ha comprometido a ayudarnos a despejar la zona de Santa Eulalia». La escasez de agua también preocupa a los pescadores.


Santiago Travieso, guarda mayor de especies silvestres, saca alevines de la cuba


Pepe Cueto, de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, señala que desde su agrupación se apoyan estas iniciativas de limpieza y repoblación de los ríos. «Nos involucramos siempre en cualquier proyecto que beneficie a la pesca», afirma. «Hoy en día hay más apoyo social y más actividad por nuestra parte, la gente se ha dado cuenta de que la pesca puede ser un gran motor económico, se interesan más por ella y reclaman ríos limpios», añade. No obstante, «criar alevines de trucha es caro, y la asociación tan solo se financia con aportaciones de socios, somos políticamente independientes y las subvenciones son escasas», confiesa. Aun así, la asociación está totalmente involucrada en los casos de limpieza y repoblación de los ríos. Desde ambas asociaciones hacen un llamamiento. «Lo que pretendemos es animar a la gente a respetar el entorno, que vayan al río a disfrutar, actuando siempre con cabeza», pide Ignacio Fernández.

 

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