lunes, 11 de noviembre de 2013

Guerra entre empresas envasadoras de agua de mar





Los laboratorios Quintón han avisado de que sólo se puede consumir agua del mar si está correctamente microfiltrada en frío, por lo que han rechazado las informaciones que aseguran que la ingesta de agua de mar directamente de las playas proporciona beneficios para la salud.

“Basados en la evidencia científica demostrada por un gran número de estudios realizados por universidades públicas y privadas nacionales e internacionales, y avalada por más de 100 años de clínica hospitalaria,  queremos hacer hincapié en los múltiples beneficios para la salud del consumo vía oral de agua de mar siempre que esté correctamente microfiltrada en frío”, ha señalado.

De hecho, estos estudios arrojan resultados “muy satisfactorios” acerca de su consumo para la prevención y tratamiento de muchas patologías y, a su vez, demuestran que es recomendable como complemento alimenticio y como aporte mineral extraordinario en la realización de grandes esfuerzos o en la práctica de deportes con notable desgaste físico.

Y es que, el agua de mar microfiltrada en frío contiene los minerales necesarios para el buen funcionamiento de las células y, gracias a su biodisponibilidad iónica, consigue reponer cualquier carencia. “Ha quedado científicamente demostrado que el agua de mar microfiltrada en frío es un excelente producto para equilibrar el organismo, regenerando las células y devolviéndoles su vitalidad”, han comentado.

Ahora bien, los laboratorios han puntualizado que estos tratamientos no pretenden curar enfermedades sino, por el contrario, restablecer las condiciones de homeostasis necesarias para que el organismo reaccione adecuadamente y pueda superar mejor las patologías que le afecten.

Por tanto, ha alertado de los peligros que puede llevar consumir agua de mar directamente de la playa recordando que para poder ingerirla es necesario un “estricto” protocolo de recogida y envasado que garantice la ausencia de productos químicos y bacteriológicos.

“El consumo directo vía oral de agua de mar de las playas no cumple este protocolo y quienes realizan dicha práctica están expuestos a la alta contaminación química y bacteriológica, especialmente fecal, que afecta a las playas”, ha explicado.

En este sentido, han informado de que René Quinton, pionero en demostrar científicamente las virtudes terapéuticas del agua de mar, estableció un riguroso protocolo a través de una serie de trabajos. Este protocolo, perfeccionado a través de diversas investigaciones científicas realizadas durante los últimos años, establece que el agua de mar debe ser recogida en unos puntos concretos llamados ‘Vortex’, mediante un barco especialmente adaptado para tal fin.

Una vez recogida, el agua debe ser transportada en camiones frigoríficos hasta las instalaciones de un laboratorio, donde debe ser analizada, mezclada con agua fontana, microfiltrada en frío y envasada. En ningún momento del proceso debe ni desorarse ni elevarse la temperatura del agua de mar, para poder mantener de este modo la composición original de esta, siendo así sus propiedades más eficaces.

Durante todo el proceso, para garantizar la seguridad, el agua de mar tiene que pasar en el laboratorio por un minucioso control para evitar la contaminación de los mares que incluya: búsqueda de pesticidas; búsqueda de HPAs (derivados del petróleo), búsqueda de metales pesados (plomo, arsénico, mercurio, cadmio o cromo), búsqueda de iones principales (cloruros, sodio, potasio, o magnesio), controles fisicoquímicos, y búsqueda de radiactividad.



Equipo técnico de Laboratorios Quinton. “¡No beba agua del mar!, comprenosla a nosotros”



El director farmacéutico de Laboratorios Quinton, Juan Alberola, ha alertado de los peligros que entraña consumir agua de mar directamente sin un proceso de filtrado, al estar vínculado con la degeneración del sistema nervioso y respiratorio e, incluso, con el cáncer, con motivo del Día Mundial del Agua, que tiene lugar este viernes.

Y es que, recientemente, han aparecido publicaciones en las que se mostraba a individuos bebiendo agua directamente de las playas. Por ello, la compañía recuerda la importancia de realizar un protocolo de recogida y envasado que garantice la calidad del agua y la ausencia de productos químicos y bacteriológicos.

En primer lugar, este experto ha explicado a Europa Press la importancia de que el agua de mar sea captada en un “lugar apropiado”. Pues, si se hace en la misma costa, está sujeta a “múltiples fuentes de contaminación”, como los emisarios submarinos de aguas fecales y los contaminantes químicos.

Mientras que, si procede de alta mar, “estos contaminantes no existen teóricamente”. No obstante, la empresa que este experto representa recoge el agua de mar y, luego, es sometida a controles químicos. El objetivo es analizar la presencia de metales, como el mercurio, que “aunque en pequeñas dosis pueden ser extremadamente tóxicos, “hay que descartar que no haya ninguno de ellos en cantidades perjudiciales para el hombre”.

El agua de mar debe ser recogida en unos puntos concretos llamados Vortex mediante un barco especialmente adaptado para tal fin. Una vez recogida, el agua debe ser transportada en camiones frigoríficos hasta las instalaciones de un laboratorio, donde debe ser analizada, mezclada con agua de fontana, microfiltrada en frío y envasada.

Así, durante el proceso, el agua de mar tiene que pasar en el laboratorio por un minucioso control para evitar la contaminación de los mares que incluya búsqueda de pesticidas (carbamatos, organofosforados o tiofosforados); búsqueda de derivados del petróleo y materiales pesados (plomo, arsénico, mercurio, cadmio, cromo); iones (clorudos, sodio, potasio, magnesio, controles fisicoquímicos, ph, salinidad, conductividad) y búsqueda de radioactividad.

En relación a las enfermedades que aparecen a consecuencia de la ingesta de estos metales, este experto ha aclarado que, si bien pueden aparecer enfermedades degenerativas del sistema nervioso y respiratorio así como enfermedades de tipo óseo e, incluso, cáncer, muchas veces, se desconoce el origen de su aparición.

En general, Alberola ha explicado que el agua de mar para consumo contiene los minerales necesarios para el buen funcionamiento de las células, al regenerarlas y devolverlas su vitalidad.

Desde Laboratorio Quinton, puntualizan que estos tratamientos no pretenden curar enfermedades sino restablecer las condiciones de homeostasis necesarias para que el organismo reaccione adecuadamente y pueda superar mejor las patologías que le afecten.



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