sábado, 28 de diciembre de 2013

El pescado y el marisco, por las nubes





La Navidad es un período dorado tanto para la pesca como para el marisqueo. Por eso, los profesionales se lo piensan dos veces antes de amarrar en estas fechas. Buen ejemplo de ello es que anteayer mismo algunos percebeiros de Aguiño se jugaron el tipo con un mar embravecido para coger crustáceo y aprovechar el subidón que dieron los precios. Y que ayer los mariscadores de Ribeira hicieron lo mismo para intentar coger almeja y mejorar los resultados de un año difícil. Pero el común de los armadores barbanzanos prefirió no arriesgar. Así que las cantidades subastadas en las lonjas estos últimos días fueron escasas. Y entre eso y que la campaña navideña está en pleno apogeo los precios se desorbitaron sobremanera.

En la lonja más importante de la comarca de Barbanza, la de Ribeira, la cantidad de pescado subastado estos días fue mínima. De hecho, la facturación habitual de las fechas navideñas se redujo en torno a un 30%, y eso que el pescado y el marisco que se vendió fue a un precio alto. Sin entrar en las cotizaciones desorbitadas que tuvieron las especies fetiches de las mesas navideñas, como el lenguado o el rape, hay que señalar que pescados mucho más asequibles como la faneca, que lo normal sería que se venda a 0,80 o como mucho 1 euro el kilo fue entre 4 y 5 euros. Y también la ralla se movió en esa horquilla.

Ayer a media tarde, aunque un barco que llevaba dos días fuera trajo variedad, el recinto de subastas ribeirense volvía a estar a medio gas. Y en peor situación estaría aún si no fuese porque los mariscadores ribeirenses se arriesgaron y salieron a faenar pese al temporal. La mayoría no lograron coger los topes, ya que tuvieron que regresar a tierra de forma precipitada al ir empeorando el tiempo.

Otra de las rulas emblemáticas de la comarca, por las cantidades de bivalvo que mueve, es la de Noia. ¿Qué sucedió allí? La cofradía decidió que ayer no se salía al mar dadas las malas condiciones y que, además, era probable que no acudiesen al recinto de ventas algunos compradores. Pero el jueves también hubo derroche de alegría con las cotizaciones. Basta citar que el berberecho, en teoría una de las especies más asequibles, llegó en O Freixo a 17,80 y a 16.65 en Testal. Y que, por ejemplo, la almeja babosa se movió entre los 25 y los 33 euros.

En el resto de la comarca, y después de varios días saliendo al mar con muchas dificultades, la mayoría de la flota ayer decidió amarrar. Así lo contaban desde las cofradías de Rianxo, Aguiño, Muros, Porto do Son y Portosín, desde donde constataban también que en los últimas jornadas las cotizaciones dieron un salto importante después de llevar meses adormecidas. El caso aguiñense es el más paradigmático, con el percebe desbocado y sobrepasando día sí y día también los cien euros por kilo. Y en Muros, donde ayer en la lonja no había ni un solo kilo de marisco, el jueves la centolla también fue por las nubes.

Ahora, la pregunta que se hacen los marineros y mariscadores es si el temporal dará una pequeña tregua para fin de año. Pero no parece que va a haber demasiada alegría. Así que probablemente la nota dominante vuelva a ser la de la escasez de marisco de las rías en las plazas de abastos de la comarca. Ya ocurrió así en Nochebuena y, por lo que se ve, suma y sigue.


  

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