martes, 3 de diciembre de 2013

Nuevo vertido en la ría de O Burgo






Pasadas las dos de la tarde del día de ayer, vecinos del Temple alertaron al Concello de Cambre de la presencia de una mancha de color marrón de origen desconocido en la ría de O Burgo, a la altura del paseo marítimo.
Hasta el lugar se desplazaron, instantes después, técnicos municipales para tratar de determinar el origen del vertido. Ya sobre el terreno, inspeccionaron las tres arquetas municipales que desaguan en la ría, así como el tanque de tormentas que se encuentra situado junto a las pistas de fútbol. Después de realizar las comprobaciones pertinentes, determinaron la mancha no procedía de estas instalaciones. El agua que salía de allí no presentaba ningún tipo de anomalía, por lo que decidieron poner los hechos en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
La mancha, que se extendía desde el entorno del puente romano hasta el límite del municipio con el Concello de Oleiros, no era fácilmente reconocible, ya que estaba formada por pequeñas partículas de color parduzco que, en contraste con el fondo de la ría, eran difíciles de distinguir a simple vista.
Según las primeras hipótesis, no se trataba de una mancha de aceite o de combustible, tanto por el color, la densidad o la ausencia de brillos. Tampoco un vertido de fecales, ya que no desprendía ningún tipo de olor. Se baraja la posibilidad de que, con la subida de la marea, los restos en suspensión hayan sido arrastrados por la corriente desde otra zona de la ría, aunque serán los efectivos del Seprona los que determinen su verdadero origen.
Aunque los ayuntamientos que vierten sus aguas en la ría de O Burgo aseguran haber acometido las reformas necesarias, los vertidos no han dejado de sucederse. El dictamen de los eurodiputados sobre el estado del estuario ha sido demoledor. Sin embargo, los avances en la regeneración han sido escasos. Pasan los años y la solución sigue sin llegar. Los lodos esperan a que llegue el día de su retirada y los vecinos a que el Estado y la Eurocámara tomen de una vez cartas en el asunto.

 

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