miércoles, 12 de febrero de 2014

Crecida del embalse de Portodemouros





La crecida del embalse de Portodemouros -que evacua agua por su aliviadero desde el pasado viernes, por primera vez desde hace tres décadas- está provocando inundaciones no solo en los terrenos en su día expropiados por la compañía eléctrica propietaria, sino también en fincas e inmuebles privados. El portavoz de la Asociación de Afectados polo Encoro de Portodemouros, José Luis Carril, denuncia que el agua ha entrado en una vivienda propiedad de su padre situada en Beigondo, perteneciente al municipio coruñés de Santiso. "Están invadiendo terrenos que no están expropiados, que son de vecinos", dice. No solo ocurre con esta vivienda, por la que paga el Impuesto de Bienes Inmuebles, aunque está deshabitada. Sostiene que hay otros vecinos de la orilla coruñesa que no pueden trabajar sus predios porque ahora están completamente anegados.
En la parte cruceña, una familia del lugar de O Outeiro, en Arnego, tiene que echar mano estos días de sus vehículos todoterreno para poder entrar y salir de su casa porque la pista de acceso se ha convertido en una balsa de agua, según confirmaron ayer fuentes municipales. El año pasado, cuando el embalse alcanzó el 98% de su capacidad y también anegó predios colindantes, el Concello acometió obras en este vial, elevando el firme para evitar, precisamente, que se inundase con la crecida. A la vista de la cantidad de agua desembalsada estos días, la intervención resulta ahora insuficiente. Por otra parte, desde el gobierno cruceño también reconoce que hay pistas de la concentración parcelaria totalmente inundadas, por lo que es imposible llegar a las fincas. Se trata de accesos que, hasta sus informaciones, nunca se habían inundado.
La crecida está afectando también al servicio de transporte en ferry. En la parte de Beigondo, operarios trabajan estos días en la mejora del acceso al embarcadero, dotando de zahorra el firme para evitar que se entierren los vehículos. En la orilla de Loño, el agua sobrepasó la caseta situada al final de la rampa, en la parte izquierda. La garita, de ladrillo, de unas dimensiones de unos doce metros cuadrados, y utilizada para guardar material tuvo que ser derribada para que la embarcación pudiese atracar. Ahora la barcaza carga y descarga a los usuarios en un punto un tanto desplazado de la rampa, puesto que esta está inundada.
Por otra parte, las lluvias y el viento de las últimas horas desplomaron árboles en varios puntos de Lalín. Protección Civil retiró un ejemplar caído en la carretera que enlaza Abonxo y Sello, mientras que los bomberos del parque intercomarcal retiraron uno en la zona de Carragoso. Por su parte, Protección Civil de Silleda revisó varios contenedores que se habían desplazado debido al fuerte viento que sopló a lo largo de la madrugada de ayer.

Fuente: Faro de Vigo

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