lunes, 10 de febrero de 2014

Los embalses gallegos en niveles históricos






Las fuertes lluvias y vientos que dejó la borrasca Stephanie ayer en la comunidad causaron inundaciones en varios puntos por la crecida de los ríos, desprendimientos y dificultades para el tráfico en zonas del interior y de montaña debido a la acumulación de nieve. Lo que más preocupa es el estado de algunos ríos y embalses porque están ya en umbrales "muy importantes", por lo que ya se hace "un seguimiento para evitar desgracias", según destacó ayer el director de la Axencia Galega de Emerxencias, Juan José Muñoz.
La crecida de los ríos ha afectado a la provincia de A Coruña con incidencias en el concello de Mazaricos, donde más de 40 hectáreas de cultivos resultaron anegadas debido a la apertura de la presa del Xallas. Pero lo peor se vivió en Ourense, donde el río Avia está en alerta y amenaza varias zonas de Ribadavia; mientras que en A Limia quedaron cortadas carreteras y pistas agrícolas de los municipios de Xinzo, Trasmiras, Vilar de Barrio y Sandiás a consecuencia del aumento de los caudales.
Los embalses de la Confederación Hidrográfica Galicia-Costa están al 90% de su ocupación. Todos están "prácticamente llenos" salvo los que cuentan con "un nivel de resguardo y de amortiguación para el invierno", explicó ayer el presidente de Augas de Galicia, Francisco Menéndez, quien añadió que se trata de cifras "casi históricas".
Aunque los ríos están "altos" no lo considera algo "extraordinario". Pero desde el pasado octubre ya se han registrado más de 15 alertas por desbordamiento de ríos. Avisa de que pese a que de forma individual las precipitaciones no son tan fuertes como otros años, en la lluvia hay "un efecto acumulativo". Por eso, es posible -añade- que un temporal de poca intensidad puede tener consecuencias importantes porque "no hay capacidad de retención en el suelo" y debido a que la suma de todos los temporales continuados desde navidades "sí que provoca efectos de agregación". En este sentido, el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, alertó ayer desde su cuenta en Twitter de que "lo peor está por llegar y es necesario extremar la precaución".
Además de las complicaciones en los ríos, las nevadas en el interior provocaron retenciones de tráfico en la autovía A-52 a la altura de A Vilavella (Ourense) y en la carretera autonómica OU-533 a la altura del municipio ourensano de Covelo. Por otra parte, la arena y el intenso oleaje se tragaron ayer el paseo marítimo de A Lanzada (Pontevedra) y el sendero de madera está destrozado en las zonas próximas al agua. Y en Arousa, las cofradías buscan puertos de abrigo para sus barcos y evitar destrozos.
La intensidad de Stephanie se hizo notar sobre todo de madrugada con vientos del noroeste con ráfagas superiores a los 100 km/h. La borrasca cobró fuerza en el mar, por lo que MeteoGalicia activó la alerta naranja por olas entre los cinco y los siete metros, que mantendrá hoy en todo el litoral gallego. En la jornada de hoy remitirán las lluvias, sobre todo a partir del mediodía a medida que el frente se debilite y se aleje de la comunidad. Pero la cota de nieve bajará hasta los 600 metros, por lo que habrá alerta amarilla por acumulación de nieve de más de cinco centímetros en Lugo y Ourense. Los termómetros bajarán y dejarán heladas en las montañas del interior. En el mar la alerta será naranja por fuerte oleaje y vientos del noroeste de fuerza ocho-nueve.
Los temporales protagonizarán la meteorología una semana más, aunque se alternarán con periodos de mejoría transitorios, ya que las borrascas atlánticas cruzarán rápido la comunidad y dejarán a su paso vientos intensos, fuerte oleaje en la costa y precipitaciones que en algunas jornadas pueden ser en forma de tormentas o de nieve en las cotas altas.
Desde el inicio del año seis personas han desaparecido en el mar. Una ola arrolló el Día de Reyes a tres personas de una misma familia de Valdoviño (A Coruña). El 26 de enero la víctima de la bravura del mar fue un percebeiro de Ribadeo (Lugo), que desapareció después de salir a faenar.Y el pasado lunes un joven de 15 años fue engullido por el mar cuando circulaba en bicicleta en un paseo de Foz. Desde la Axencia Galega de Emerxencias muestran su "sorpresa" porque cada vez que hay una alerta y se avisa a la gente de que no se acerquen al mar lo hacen igual.
Para "salvar vidas y evitar este tipo de tragedias", la Xunta analizará la ley de emergencias y la ampliará para "tipificar" y que quede claro cuáles son las acciones negligentes o imprudentes susceptibles de sanción. La norma actual, que data del año 2007, en su articulado ya cataloga infracciones y multas para estas actuaciones.

Fuente: La Opinión Coruña

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