sábado, 2 de agosto de 2014

´He pescado todos los peces que hay en las rías y ríos gallegos; no se salvó ni uno´








Jesús Maquieira Filgueira, nacido el 7 de noviembre de 1925 en la Calle Real de Pontevedra. Tiene 88 años y es el propietario de una tienda de artículos de pesca en la plaza de España, además es un gran aficionado y practicante de la pesca deportiva.

El empresario y aficionado a la pesca deportiva, Jesús Maquieira, recibirá el próximo día 9 de agosto el premio "Amigos de Pontevedra" por su contribución al engrandecimiento de la ciudad.

-Le conceden el premio "Amigos de Pontevedra, ¿qué le parece?
-Bueno, si es que tengo motivos para que me lo concedan bienvenido sea. Creo que ha sido porque he dedicado toda una vida a la pesca y tengo pescado todos los peces que hay en las rías y ríos gallegos. Todos; no se salvó ni uno.

-Se le otorga a personas que han contribuido al engrandecimiento de la ciudad, ¿cómo cree usted que colaborado en esa labor?

-Fui pionero en la pesca de río y de mar y he pescado todos los peces que hay. Creo que, aunque la vida que voy a vivir ya es corta, tengo en la mente seguir explicándole a la gente joven lo que es la pesca. Siendo aficionado a la pesca, que es un deporte que impone todos los ratos libres de los que puedes disponer, yo, fuera del comercio y de la familia, los ratos libres los dediqué, en verano y invierno, a la pesca, unas veces en el río y otras en el mar.

-¿En qué ríos solía pescar usted?

-En España, en los ríos gallegos y asturianos; y fuera, pesqué durante 12 años salmones en los ríos de Irlanda. En Pontevedra, el río en el que más pesqué fue el Ulla, en la zona de A Estrada. El río Ulla tiene las condiciones ideales para la pesca del salmón, que es lo que más capturaba, aunque también cogía truchas.


-¿Sigue practicando la pesca?

-Este año fui a ver a los pescadores pescando Salmón, fui hasta allí a recordar tiempos. Mi afición a la pesca nació a orillas del puente de O Burgo, tenía ocho años, pescaba las anguilas y en aquel tiempo no había sedales y pescaba con cordel del fogueteiro, con el que lanzan las bombas, con ese cordel y un anzuelo empecé yo a pescar. Desde ahí, después pesqué ya todos los peces, durante 60 o 70 años.

-¿Cómo está la situación de la pesca ahora en el río Lérez?

-Yo llevo años diciendo que la trucha autóctona gallega está en vías de desaparecer. Cada año se pesca menos, la trucha autóctona se ha perdido. Dicen que puede deberse a la contaminación, hay mucho insecticida, herbicida, mineral? que van al río. Pero para mí eso no es suficiente. Para mí es que la pesca está masificada: uno pesca tres o cuatro truchas, otro otras tantas? y como somos muchos pescadores y sacamos aquellas que van a desovar, para el año hay menos truchas. Eso es muy importante, pero ¿quien le va a prohibir a una persona que vaya de pesca? Yo creo que se ejerce una presión muy grande por parte de los pescadores, puede que no sea la causa, pero ayuda. Los ríos cambiaron mucho y no tienen solución. O se deja de pescar o nada, porque no se recupera a la velocidad que lo exterminamos. Cogemos más que las que repoblamos.

-En tantos años de pesca habrá vivido historias increíbles, ¿recuerda alguna en especial?

-Yo tengo la máxima: 112 truchas pescadas en un día. Si digo los ríos no se lo va a creer nadie, hay tres ríos en Poio pues en un día de pesca pesqué 112 truchas. Llegué con el cesto a una taberna de un amigo mío y me preguntó cuantas truchas llevaba, yo le dije: hay 100. Me pidió que le dejara doce y le dije: "no, estas van para casa, pero espera un momento y verás". Bajé al río otra vez y le pesqué doce más. En otra ocasión salí de Sanxenxo en un barco y fuimos por la costa hasta Fisterra, un sábado; y el domingo, vinimos de vuelta con 80 kilos de lubinas pescadas con caña, entre ellas una de 4,5 kilos.

-¿Sigue habiendo afición por la pesca en Pontevedra?

-Sigue habiendo mucha afición en Pontevedra, y no hay más porque escasea la pesca. Yo mantengo la misma afición que el primer día, lo que pasa que ya no me lo permiten las facultades físicas, pero yo estoy aquí en la tienda y cada vez que viene un pescador y me conoce, entablamos unas conversaciones que son una delicia.

-Este premio reconoce también su labor como empresario.

-Yo llevo 60 años detrás del mostrador. Antes tuve un comercio en la calle Real de loza y cristal y artículos de pesca. Después me trasladé aquí para abrir esto, dedicada única y exclusivamente para pescar. En aquella época fue la primera tienda, era los principios de la pesca de río y venían desde Ponte Caldelas, Lalín, A Estrada, Bueu, Cangas? siempre tenía el comercio lleno de pescadores. En la plaza de España llevo 34 años y, antes, en la Calle Real otros 30 más.

-¿Cuál es el truco para mantener una empresa abierta durante tantos años en esta época?

-Lo importante es que lo que ofrezcas sepas ofrecerlo. Y si eres pescador, con más razón, porque le dices donde, cómo y cuándo y lo que deben hacer. Eso es primordial, porque el que empieza quiere saber cómo va a pescar. Los que se sientan en un muelle con una caña y una silla, eso no es un pescador. El pescador bueno, y sobre todo de río, tiene que andar, lo mismo anda 3,4 o 6 kilómetros diarios, tirando en varios sitios.

-¿En estos 60 años, ha tenido algún cliente ilustre?

-Cuando era presidente Luis Rocafort, era aficionado a la pesca y venía aquí al comercio. También un gobernador civil de la provincia, Sama, que era de Zaragoza, hizo una amistad grande conmigo porque era pescador.

-En los últimos años Pontevedra ha cambiado mucho. Como pontevedrés, ¿qué opinión tiene de la ciudad ahora?

-Ahora la ciudad me gusta más, pero eso no quiere decir que no me haya gustado antes. Había un dicho que decía: Santiago reza, Vigo trabaja, Pontevedra duerme y A Coruña se divierte. Pontevedra antes no era nada. Hoy sí, porque lo bueno que tiene es que es pequeña, pero tiene una población muy importante en el verano, porque los que van a A Toxa para en Pontevedra, los que van a Vigo, paran en Pontevedra.


Fuente: Faro de Vigo

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