martes, 26 de agosto de 2014

La reapertura de los bancos del fondo de la ría de Pontevedra permite volver al trabajo a 600 mariscadores






El levantamiento del cierre al marisqueo de moluscos infaunales en las dos zonas de marisqueo ubicadas en el fondo de la ría de Pontevedra al remitir la presencia de toxina abre una ventana a la esperanza para unos 600 mariscadores de las cofradías de Pontevedra, Lourizán y Raxó que podrán volver a las playas para capturar el preciado marisco. Se trata de las más de cuatrocientas mariscadoras de las distintas agrupaciones a pie y el más de un centenar de barcos del sector de a flote de estos tres pósitos pontevedreses.

Así lo confirmaba Marina Buceta, presidenta de las mariscadoras a pie de Lourizán, quien explicó que regresan a los arenales con la esperanza de que el final de verano sirva para compensar una campaña que está siendo "desastrosa" debido a los continuos episodios de cierre debido a la marea roja. En el caso de esta agrupación, los días de trabajo perdido han sido tan solo tres, pero hay agrupaciones cuyas concesiones estaban cerradas desde mediados de mes y en las que la situación comenzaba a ser preocupante.

A los temporales del invierno, el descenso de salinidad de las aguas debido a las intensas lluvias y los anteriores parones decretados por otros episodios tóxicos hubo que sumar ahora este nuevo parón por marea roja que, según explica Buceta, llega en el peor momento. Y es que el verano sirve a los mariscadores para resarcirse de los varapalos sufridos durante el resto del año, dado que el marisco vuelve a alcanzar buenos precios durante esta época del año, tal y como se demuestra en las cotizaciones que estaban alcanzando productos como la almeja o el berberecho extraídos en otros puntos de Galicia que no estuvieron cerrados durante este último episodio de marea roja. Ahora confían en que la toxina abandone por un periodo prolongado las aguas de la ría y puedan aprovechar lo poco que queda de época estival.

Hace algo más de una semana (coincidiendo con los primeros cierres ordenados por el Intecmar) era el patrón mayor en funciones de la Cofradía de Raxó, Isaac Querejeta, quien ya señalaba que este estaba siendo el peor de los últimos cinco años para el sector y que calificaba este ejercicio como "catastrófico", señalando que "hay gente que lo está pasando mal".

Por otra parte, la posibilidad de solicitar compensaciones por las pérdidas sufridas en este tipo de episodios parece bastante complicada. Al ser considerados autónomos, los mariscadores deberían permanecer dos meses con su actividad paralizada para optar a algún tipo de prestación. Los cierres se repitieron a lo largo de este año, pero ninguno tuvo tanta continuidad.

La reapertura decretada por el Intecmar para la captura de moluscos infaunales en las zonas IV y V de la ría de Pontevedra se extiende también a la zona III aunque solo para la navaja y el longueirón, manteniéndose la prohibición para el resto de moluscos. Permanecen cerradas las zonas más externas de la ría (la I, la II y la III).

Esto en lo que respecta a la captura en tierra de moluscos infaunales (es decir, almeja, berberecho, navaja...), puesto que el sector mejillonero todavía deberá esperar para poder retomar la actividad en un año que también está siendo terrible. La marea roja mantiene cerrada toda la extracción de mejillón en todos los polígonos de bateas existentes en la ría (los de Raxó y Portonovo, Bueu y la ría de Aldán). De hecho, a la espera de la evolución de los muestreos en las últimas horas, en las Rías Baixas tan solo se podría extraer el bivalvo de bateas ubicadas en un polígono de Vilagarcía de Arousa y en varios de Redondela.

Se confía en que la apertura de los bancos marisqueros del fondo de la ría pueda significar una buena señal de cara a la evolución en los próximos días.

Poner cifras a los perjuicios que puede causar la paralización de la actividad en el sector marisquero como consecuencia de la marea roja es una tarea complicada. Sin embargo, las cifras de facturación de la lonja de Campelo dan una idea de lo complicado que está siendo el año para este sector, que es el que aporta el principal volumen de negocio a esta rula. Así, según la Plataforma Tecnolóxica da Pesca de Galicia de la Xunta, esta lonja llevaba facturado a día de ayer 1,6 millones de euros menos que en el mismo periodo del año anterior.

Las cifras indican que no se trató de un problema de precios sino de quilos de marisco capturado, mucho menor debido probablemente a los parones. Así, el precio medio este año sí que fue ligeramente inferior al año anterior (7,19 frente a 7,39 de 2013), pero no de forma que explique este importante bajón. La diferencia se encuentra en la cantidad de kilos subastados, ya que en 2013 a estas alturas se llevaban 391 toneladas de productos del mar (principalmente marisco), frente a las 166 de este ejercicio.

El resto de lonjas de la ría tampoco están teniendo un buen año. Así, la facturación en Marín cayó de 2,3 millones hasta el 24 de agosto del pasado año a los 1,8 del ejercicio en curso y la lonja del mercado de Pontevedra facturaba a estas alturas del año por importe de 105.000 euros frente a los 89.000 actuales. La rula de Portonovo también arroja un mal resultado pasando de 1,2 millones a los 966.000 euros que contabilizaba a día de ayer.

En total, las cuatro lonjas pontevedresas habían perdido este año un volumen de negocio de más de dos millones de euros, pasando de los 6,2 millones de euros subastados a los 4,1 de este año. Y lo peor es que 2013 ya no había sido un año muy bueno para el sector del mar.




Fuente: Faro de Vigo

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