jueves, 13 de agosto de 2015

Aprueban inversiones para demoler diez presas de viejos molinos en Deza y Tabeirós





La Consellería de Medio Ambiente ha adjudicado a la empresa Copcisa S. A. las obras de eliminación de obstáculos en la cuenca del río Ulla con el objetivo de favorecer la recuperación de las poblaciones de náyade o mejillón de río (Margaritifera Margaritifera) y del desmán ibérico o topillo de río (Galemys Pyrenaicus). El coste total de las obras -contempladas dentro del proyecto Life+Margal Ulla- ascenderá a 171.772 euros. Serán cofinanciadas por la Unión Europea en un 49,39 % a través del programa Life+. El resto de los fondos serán aportados por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras.

En las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, el proyecto contempla la demolición de diez presas de viejos molinos en desuso. Las presas -también denominadas tostas en algunas zonas- son pequeños muros de contención que retienen el agua del río para dar servicio a los molinos. No obstante, las estructuras que se derribarán corresponden todas ellas a molinos que en la actualidad carecen de concesiones de agua, bien porque no se tramitaron nunca o porque no fueron renovadas.

En concreto, en el Concello de A Estrada está previsto eliminar tres presas en el río Oca y una en el Liñares. En Silleda se eliminarán dos en el río Deza, en la parroquia de Cira. Se trata de la Tosta de Martínez -el punto que marca el límite superior del actual coto de pesca sin muerte habilitado en la zona- y de la Tosta de García, en una zona libre situada aguas arriba.

Asimismo, en la zona alta del río Ulla se demolerá una presa de molino en la parroquia de Galegos, en Agolada. Por último, en el río Arnego se derribarán dos: una de un molino en Ponte Carmoega (Agolada) y otra de uno en Tuiriz (Vila de Cruces).

El objetivo del proyecto es eliminar obstáculos para que las dos especies puedan recuperar su presencia en la zona. El topillo de río se desplaza mucho y las presas de los molinos son obstáculos para su libre mobilidad. Por su parte, el mejillón de río, en su etapa inicial, vive adherido a las branquias de los salmónidos, por lo que se buscará facilitar también el paso de truchas y salmones.

El proyecto Margal Ulla está coordinado por la Consellería de Medio Ambiente y cuenta con la colaboración de la Universidade de Santiago de Compostela y Augas de Galicia. Su meta es contribuir a la mejora de la conservación de la náyade y el desmán ibérico, asegurando las poblaciones existentes en el Ulla y estableciendo las condiciones más óptimas para la recuperación de las originales. Ambas especies necesitan medios fluviales con buena calidad ecológica y su actual declive se debe a las presiones cada vez más acusadas que están sufriendo estos medios.

 

Fuente: La Voz de Galicia

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