jueves, 27 de septiembre de 2018

El cangrejo rojo resiste a sus enemigos





Lleva tantos años en Cecebre que los más jóvenes ya creen que es una especie autóctona. Pero el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) asomó por el almacén de agua de A Coruña a finales de la década de los ochenta, después de colarse en el país unos años antes por las marismas del Guadalquivir. Según registran los expertos fue en 1973.Hoy sigue siendo una especie invasora perfectamente visible en cualquier punto próximo a la lámina de agua de Cecebre. No obstante, según apuntan los que estudian el terreno de forma periódica, la gran población actual dista mucho de ser la gran masa de los años de su irrupción. «Como cualquier especie foránea, al llegar y colonizar pega muy fuerte porque pilla al resto de comunidades por sorpresa», explica Alejandro Martínez Abraín, profesor de Ecología en la Facultad de Ciencias de la Universidade da Coruña, donde también lleva años con trabajos de investigación, precisamente con Cecebre como trabajo de campo.

«Cuando el cangrejo americano irrumpe en el embalse a los depredadores naturales les cuesta hacerse con una imagen de búsqueda, es decir, entender que eso nuevo, el cangrejo, se puede comer», ilustra Alejandro. Y mientras los potenciales verdugos del cangrejo, como la nutria y varios tipos de aves, resuelven sus dudas sobre ese extraño nuevo vecino teñido de rojo, este eclosiona sin barreras de tal manera que cuando empieza a ser devorado la colonia ya se ha hecho infinita. El profesor Martínez Abraín extrae un lado positivo de esta invasión, de hecho, su punto de vista es poco peyorativo con respecto al crustáceo, al que incluso atribuye efectos positivos. «El morito común era un ave en peligro de extinción en la década de los ochenta -explica el profesor de la UDC-, y gracias al cangrejo americano ha conseguido multiplicarse, ya no solo en Doñana -precisamente por donde entró el cangrejo-, sino en muchas partes del país». Ha estudiado de cerca la evolución de las nutrias, y atribuye al propio crustáceo rojo el repunte de esta colonia. «Estudiando las heces de las nutrias de Cecebre descubrimos que está viviendo prácticamente de especies exóticas». Por contra, los anfibios parecen ser los mayores damnificados del cangrejo.

Desde la Universidade de Vigo, otro profesor de Biología, Luis Navarro, es menos considerado con los teóricos beneficios de esta especie colorada. «Todas las especies invasoras llegan al nuevo territorio sin sus enemigos naturales y entonces empieza a perjudicar de forma seria a las especies nativas», señala. «Especies invasoras las hay en todas partes, no solo las sufrimos nosotros. Por ejemplo, nuestro tojo está causando estragos en Chile, y en muchos lugares de América Latina se han llevado nuestro abejorro para la polinización. ¿Eso es positivo? Para esa función sí, pero la presencia del abejorro fuera de su lugar natural está causando muchos problemas a otras especies, como lo estamos viviendo nosotros ahora con la avispa velutina», afirma Navarro.

La Xunta ha incorporado la mano del hombre como medio para reducir la presencia del cangrejo rojo americano en embalses como el de Sabón, Belesar, As Forcadas y Cecebre, entre otros, excepto en los tramos vedados. La posibilidad llega tras las últimas modificaciones de la Ley estatal de Patrimonio Natural. «Non se establecen dimensión mínimas nin cotas de captura e os exemplares destas especies (la norma incluye también la perca negra, la carpa y el cangrejo señal) que sexan extraídos da natureza por calquera procedemento non poderán ser transportados con vida nin devoltos ao medio natural, debendo se sacrificados no momento da captura», indican desde la Consellería de Medio Ambiente. Para recoger estas especies se requiere licencia de pesca.



Fuente: Voz de Galicia

No hay comentarios:

Publicar un comentario