lunes, 17 de septiembre de 2018

El pulpo gallego triplica su precio en sólo ocho años, pero ¿qué explica que esté por las nubes?






Una de pulpo. Quizás esta sea una de las frases más repetidas en los restaurantes del norte durante los últimos tiempos. Su fama le ha convertido en uno de los platos estrella de la gastronomía y eso se ha notado en su precio. El kilo de pulpo gallego ha pasado de los 3,89 euros en 2010 a los 10,70 euros que vale este año, es decir, casi el triple en ocho años. Pero ¿qué hay detrás de esta escalada? La oferta y la demanda es una de las explicaciones más sencillas.

El consumo del preciado manjar abarca todas las realidades posibles. Los turistas no renuncian a irse de Galicia sin haber comido una tapa de pulpo y los gallegos, grandes amantes del producto, ya no se conciben las bodas, bautizos, comuniones y fiestas varias sin una pulpeira. Además, el interés por el cefalópodo no conoce fronteras y fuera también se consume. "América, Japón y el resto de Europa compran muchísimo pulpo", explica Pilar Otero, responsable junto a otros de la Rosa de los Vientos, una de las principales distribuidoras, que indica que el pulpo vive una época de moda en todos los ámbitos.

Una realidad a la que también alude el patrón mayor de la Cofradía de Bueu, José Manuel Rosas. "Italia compra mucho, Japón el que más y EEUU es un nuevo consumidor con volúmenes importantes", detalla. Rosas constata que "cada vez más gente demanda este producto". Según los últimos datos del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), España ha exportado pulpo fresco por valor de 10,6 millones de euros hasta junio de este año.




Así las cosas, la demanda en auge y unas menores capturas han provocado que los precios estén por las nubes. Según los datos oficiales de la plataforma Pesca de Galicia, dependiente de la Xunta, las lonjas gallegas vendieron el kilo de pulpo a un precio medio de 7,84 euros durante el año pasado, una cifra incomparable con los 10,70 euros registrados en lo que va de 2018.

Mercedes Rodríguez Moreda, directora general de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnológica en la Xunta de Galicia, explica que desde hace años la oferta del producto gallego no logra satisfacer todos los pedidos, por lo que es necesario recurrir a una ayuda externa. Y es que, aunque duela, en Galicia conviven dos mercados: el del producto local y el que viene de otros países como Marruecos y Mauritania.

Fuentes consultadas por esta web calculan que un 25% del pulpo que se consume en el norte de España procede de Galicia, mientras que el otro 75% es de fuera. ¿Es mejor el producto local? Los expertos gastronómicos hablan de grandes diferencias, pero el ciudadano de a pie suele degustarlo con total normalidad.

"El pulpo de fuera es más dulce por su alimentación (principalmente gambas) y tiene una cocción más agradecida. Nunca se pasa", detalla desde la Rosa de los Vientos, distribuidora que llega a vender 1.000 toneladas de este producto al año. "Mucha gente no sabe cocinar el pulpo gallego, pero si se hace bien es más rico, ya que fundamentalmente come plancton y nécoras y eso se nota", detalla.

Los precios también se encuentran presionados por un animal en veda. Tras la prohibición de la pesca -que va del 19 de mayo al 3 de julio- y hasta el 30 de agosto, la cuota máxima de captura de esta especie es de 30 kilos por barco y día. A esta cantidad se le añaden 30 kilos al día por cada tripulante a bordo, hasta un máximo de 210 kilos diarios. Lo que resta de campaña, la cuota máxima es de 50 kilos por embarcación y día, cantidad a la que se le añaden 50 kilos cada jornada por cada tripulante abordo, hasta un máximo de 350 kilos diarios.



Fuente: eleconomista.es

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