Las redes
sociales de los aficionados al mundo marino en Galicia se llenan estos días de
fotografías de tiburones. Viendo las imágenes y los comentarios, da la
impresión que aparecieron dos escualos en aguas gallegas, uno en Porto do Son y
otro en O Grove, de la variedad más primitiva, la de los tiburones anguila
-cuyo nombre científico es Chlamydoselachus anguineus-, que tienen 80 millones
de años de historia a sus espaldas. Pero, tras consultar con expertos en la
materia, todo parece indicar que se trata de un único ejemplar que fue
capturado a mediados de este mes en O Grove por un barco llamado O Chapeliño.
Esta embarcación pertenece al patrón mayor grovense, Antonio Otero, que ayer
ironizaba sobre el hallazgo: «Eu prefería que fora un rape, que polo menos ten
valor comercial».
El Chapeliño
pescó el escualo a diez millas al oeste de la isla de Sálvora. Lo habitual es
que este tipo de especies, sin valor comercial, no se traigan a tierra. Pero
explicaba ayer el patrón del barco que el ejemplar tenía vida cuando cayó en la
red. Así que se vinieron con él a puerto por si podían lograr que sobreviviera.
Lo metieron en un vivero, donde finalmente murió. Antonio se puso en contacto
con la Xunta para que enviasen un biólogo.
Entre las
personas que acabaron viajando a O Grove para ver el ejemplar estaba Toño Maño,
un profesor de letras de Ribeira aficionado a los escualos que plasmó en su
blog -titulado Tiburones de Galicia- la emoción que le produjo ver este animal,
al que popularmente se le llama fósil viviente porque se cree que su aspecto
apenas ha evolucionado en los últimos 50 millones de años. Una de sus mayores
peculiaridades es que no se parece casi a la imagen que tenemos actualmente de
los tiburones. «Tiene una cabeza de saurio encajada en un cuerpo anguiliforme»,
señala Toño Maño. Su cráneo, señalan voces expertas en la materia, tiene
similitudes con los de especies extintas que vivieron hace unos 400 millones de
años.
Unos diez al
año en Galicia ¿Es muy difícil ver estos tiburones, los anguila, en Galicia? Su
presencia en las aguas gallegas no es habitual, pero tampoco extraordinaria.
Aparecen unos diez ejemplares cada año. De hecho, Antonio Otero señala que ya
pescó otro el año pasado. El que acabó en las redes de O Chapeliño en esa
ocasión, una hembra de 111 centímetros, pasará a formar parte del Museo de
Historia Natural de Santiago. Se cree que puede haber una población estable de
esta especie en las aguas gallegas. En general, es un pez con distribución
amplia en todos los mares del mundo.
En las redes
sociales, como si de la barra del bar se tratase, las historias del hallazgo
del escualo anguila han ido aumentando de comentario en comentario. Se habla de
que son dos tiburones, uno aparecido en O Grove y otro en Porto do Son. Pero de
este último nadie logra tirar del hilo para saber en qué momento y qué barco lo
pescó. Todo huele a que es el mismo animal que en el caso grovense. La revista
Espacio submarino también se hizo eco de la aparición de este fósil viviente en
las aguas gallegas.
Viendo la
imagen del tiburón anguila, cualquiera diría que topárselo de frente en un
fondo marino podría resultar extremadamente peligroso. Sin embargo, y según
estudiosos del animal, no se trata de una variedad especialmente violenta. Al
parecer, no suele acercarse a la costa, y no ataca a no ser que se esté
defendiendo. Lo comparaban ayer, por ejemplo, con el mordisco que puede
propiciarle a alguien un ejemplar de congrio. El escualo aparecido en O Grove,
por el tamaño que tenía, 177 centímetros, se encontraba en la época de plenitud
reproductora. Al nacer, esta variedad de tiburones miden unos 39 centímetros.
Los machos no suelen pasar de 163 centímetros y las hembras de 135.
Fuente: La
Voz de Galicia