viernes, 5 de agosto de 2011
El barco fantasma abandona Sada
La gente de Sada, o simplemente, la que pasaba por allí habitualmente, estaban acostumbrados a ver un barco de guerra atracado en dicho puerto, en aparente buen estado pero sin nadie a bordo. Se trataba de un barco de guerra construido para la Marina de Guerra de Kenia por el astillero Gondán, en el Puerto de Figueras, Castropol (Asturias), que en el casco presentaba su nombre: Jasiri, y el del principal puerto de Kenia: Mombasa, en sus superestructuras lucía el escudo de Kenia, y a simple vista parecía estar terminado a falta de las armas.
Los habitantes de Sada ya se habían acostumbrado a verlo atracado al final del muelle, convertido en una de las atracciones turísticas de la ciudad. Un antiguo alcalde de Sada decía de broma que su municipio era el único de la comarca que contaba con marina de guerra. E incluso en Facebook se había creado una plataforma para declarar al Jasiri bien de interés cultural sadense.
Pues bien, todo esto es ya historia, porque el barco abandonó el puerto de Sada a primera hora de la tarde del pasado 13 de julio, y ha regresado al puerto de Figueras, lugar de emplazamiento del astillero Gondán que lo construyó, donde entró sobre las 5 de la tarde del día 14.
Llegados a este punto, vamos a recordar la rocambolesca historia del barco. Se trata de un patrullero encargado por Kenia para luchar contra la piratería en sus aguas, aunque según algunas fuentes está catalogado como barco de investigación oceanográfica. Aunque la verdad es que su aspecto es más bien de corbeta de guerra que de barco científico. Botado en 2005, con 85 metros de eslora y al parecer una velocidad de 28 nudos, a principios de 2007 fue llevado a Sada donde las tasas de atraque y estancia eran más baratas, para instalarle las armas y a continuación realizar las pertinentes pruebas de mar en aguas de La Coruña.
Pero a causa de diferencias entre el astillero y Kenia por asuntos financieros, la puesta a punto del Jasiri no siguió adelante. Al parecer, el fondo de la cuestión residía en problemas de corrupción, sobreprecios y cosas por el estilo, que llevaron al gobierno de Kenia a suspender unos 18 contratos firmados entre su Ministerio de Defensa y varias empresas extranjeras para la construcción de aviones, barcos, helicópteros, etc., entre los que estaba el Jasiri. Y el barco se quedó en Sada, donde, a decir de la prensa, el barco pasó de ser un buque de patrulla y vigilancia a tener que ser vigilado en la dársena de Sada por una empresa de seguridad. Con un coste económico importante por su estancia y atraque.
En este tiempo, en Kenia, tanto la opinión pública como los medios de comunicación se preguntaban ¿dónde está el barco? Muchos decían que el Jasiri era un pesquero que estaba siendo disfrazado de corbeta de guerra, mientras otros aseguraban que no existía; que era un buque fantasma. Un fantasma por el que en algún momento, al parecer, se han interesado terceros países como Filipinas, Indonesia o Tailandia.
Hoy, cuatro años después de haber atracado en Sada, el barco fantasma abandonó el puerto gallego sin pena ni gloria. No hubo despedidas, ni discursos, ni banda de música. Se fue en silencio y a remolque, para regresar a donde había sido botado.
Allí se encuentra ahora ¿Se irá alguna vez a Kenia?
Adiós con cariño a "nuestro" barco fantasma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario