La Fiscalía llevará ante los tribunales al grupo Tres Mares, propietario de la mayor piscifactoría de trucha de España, ubicada en Cee, por un presunto delito contra el medio ambiente. Acusan a la empresa, basándose en informes del Seprona, de utilizar más caudal del permitido en la concesión que tienen del río Castro, llegando incluso a secarlo en determinados momentos para utilizar el agua en sus tanques de cultivo. Falta también una escala para que los peces puedan remontar el cauce.
Aunque la actuación de la Fiscalía es nueva, no lo son las denuncias contra Tres Mares por una supuesta mala explotación del río Castro. Es más, en el año 2005 Augas de Galicia exigió a la empresa que se ajustara a la normativa vigente y a la concesión que tenían tanto en el uso del caudal apropiado para sus instalaciones como en la necesidad de establecer una escala para los peces.
Augas de Galicia abrió entonces a la empresa un expediente que, al parecer, no significó cambio alguno en la explotación del río Castro, ya que la denuncia tramitada ahora desde la Fiscalía abunda en los mismos motivos: uso de caudal excesivo e inexistencia de escala. La reciente visita de los agentes del Seprona, que confirmaron esos problemas, pondría en evidencia que, pese al expediente del 2005, no se habrían tomado medidas para corregir la situación. Desde la empresa no hicieron ayer comentario alguno a la acusación de la Fiscalía.
El proceso del 2005 tampoco fue el primero abierto contra Tres Mares. Ya antes, en 1995, Costas obligó a la empresa a paralizar unas obras que estaba llevando a cabo en las rocas de la playa de Lires para construir unas canalizaciones. Se le abrió entonces a la compañía otro expediente sancionador cuyo final se desconoce.
En 1999, la Asociación Galega de Pesca Fluvial cargaba contra las Administraciones precisamente por no haber hecho nada para que Tres Mares respetara el caudal ecológico del río Castro.
Hasta el momento las denuncias presentadas no han logrado que la presa, construida en 1969, de la que se deriva agua hacia la piscifactoría, sufriera modificación alguna.
El Castro fue, durante años, un río valorado por los pescadores por su rica fauna piscícola. La pesca sufrió en ese río un declive progresivo. La presencia de salmones, hasta no hace mucho habituales, es ahora anecdótica.
La denuncia de Ríos con Vida contra Tres Mares se cursó en septiembre del año pasado. Ahora la Fiscalía acusa a la empresa de un delito, más allá de los expedientes administrativos abiertos hasta el momento a la empresa.
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