Pablo Carrera, director del Museo do Mar de Galicia, no quiso hacer ninguna declaración sobre las manifestaciones efectuadas por el director xeral de Patrimonio Cultural durante la presentación de los trabajos de Rande. José Manuel Rey Pichel le reclamó imaginación para «buscar algún lugar onde os resultados de exploracións subacuáticas estean a disposición dos cidadáns».
El director xeral de Patrimonio Cultural manifestó que la arqueología subacuática es un sector estratégico para la Consellería de Cultura, «como o é o das catedrais». «E o museo óptimo para acoller estas funcións e neste intres non está adaptado, pero indubidablemente temos espazo arquitectónico excepcional para adecuar dunha forma museolóxica óptima determinada para os restos que se obteñan no ámbito da arqueoloxía subacuática en toda Galicia; este museo é o lugar idóneo para depositar non só as pezas que se atopen na ría de Vigo senón en toda Galicia: trátase de poñer a disposición dos cidadáns os traballos específicos importantes, non que queden pechados en se mesmos», dijo José Manuel Rey Pichel.
Estas declaraciones suponen una nueva orientación del museo, que hasta ahora no ha logrado conectar claramente con los gustos del público, a pesar de mover un presupuesto superior al millón y medio de euros.
El museo es desde hace unos años el depositario de los restos arqueológicos subacuáticos que se hallan en Galicia, por lo que, con una orientación y dirección adecuada, podría exponer atractivamente la historia marítima de Galicia. El pasado año, Pablo Carrera gastó cien mil euros en una exposición sobre Darwin, y más de la mitad de ese presupuesto se destinó a la elaboración de una maqueta gigante del barco que llevó a Darwin hasta las Galápagos. Un portavoz del museo señaló ayer que tienen previsto crear este año un gabinete arqueológico.
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