Una mujer, de 69 años y vecina de Fiobre, tuvo que ser rescata ayer en O Pedrido después de que se quedara aislada en unas piedras al subir la marea.
La mujer fue atendida, ya en tierra, por los técnicos sanitarios de una ambulancia del 061. Simplemente le apreciaron algún arañazo en las piernas y en la espalda. De hecho, la mujer no quiso ser trasladada por el vehículo médico y esperó a la llegada de su marido para acudir al centro médico.
El suceso ocurrió sobre las cuatro y cuarto de la tarde. La mujer salió a dar una vuelta, acompañada por su perro, por la orilla de la playa de Cabana, en las inmediaciones de O Pedrido. «É algo que fago habitualmente. Díxenlle ao meu home que ía tardar sobre unha hora», recuerda la mujer.
Sin embargo, cuando se encontraba en la cala que existe justo debajo de los acantilados del centro de minusválidos, se dio cuenta de que la marea había subido y que no le permitía el paso hacia tierra. La mujer se subió entonces a unas rocas.
Fue su marido el que dio la voz de alarma. De forma inmediata, se echó al agua una de las integrantes de Protección Civil. Y al mismo tiempo navegaba hacia la playa de Cabana una zódiac del mismo servicio. La fuerte resaca impedía a la técnica de emergencias de Bergondo subir a las piedras. Desde el mar daba ánimos y calmaba a la mujer. El mar de fondo tampoco permitía atracar a la zódiac.
Entonces, otro miembro de Protección Civil se echó al agua desde la zódiac. Junto con su compañera, y con mucho cuidado, pudieron llegar hasta la mujer. La descendieron por la rompiente y la llevaron a nado hasta la embarcación auxiliar, que trasladó a la rescatada hasta la playa de O Pedrido.
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