domingo, 25 de septiembre de 2011

Vigo: Un peatón llega antes que el autobús urbano de la estación de tren a la de bus



Un peatón saca hasta diez minutos de ventaja al autobús de la línea C2 que va desde la estación de Guixar hasta la de autobuses en la avenida de Madrid. La Voz de Galicia lo comprobó con dos periodistas. Uno hizo la ruta a pie por Isaac Peral y el otro, subido en el único bus que une ambas terminales.

Los dos redactores simularon ser pasajeros del tren que llegó a las 16.50 horas a Guixar procedente de A Coruña. Esperaron 10 minutos al C2 en la parada de Areal, que arrancó a las 17 horas rumbo al hospital Xeral-Cíes y A Doblada. Salieron a la vez, pero 24 minutos después el peatón ya había llegado a la estación. Mientras, el redactor del C2 se encontraba atascado en la parada del Xeral-Cíes. Tardó 10 minutos más en reencontrarse con el otro periodista que le esperaba en los andenes. Cosa distinta pasó en el recorrido de vuelta, donde el C2, que bajó por Isaac Peral, aventajó al peatón en 10 minutos. Esto prueba que un autobús que circulase a la inversa que el actual sería 18 minutos más rápido. En realidad, si nada más apearse del tren el redactor hubiese emprendido su caminata, le habría sacado al Vitrasa una ventaja de 20 minutos, al ahorrarse los 10 que esperó a que su compañero tomase el C2.

El recorrido a pie es casi impracticable para un peatón que cargue con una maleta. Debe subir durante 15 minutos por una cuesta de kilómetro y medio desde Guixar. En la prueba realizada, el redactor caminó a paso ligero desde la subida de Areal a O Calvario, sin equipaje y sin detenerse, salvo en los semáforos. La velocidad media fue de 6,25 km/h en la subida y, al regreso, de 6 km/h porque anduvo a paso relajado. Solo tardó un minuto más.

El tramo inclinado transcurre por Isaac Peral, la Travesía de Vigo y Urzaiz y es el itinerario más cansado y sufrido. El tramo más difícil de cubrir es Isaac Peral, que obliga a cruzar por un paso de cebra en la entrada de la autopista AP-9, un parque y continuar por una acera estrecha. Superado dicho vial, la Travesía de Vigo se hace llevadera. Una vez en la calle Urzaiz, es todo cuesta abajo por Gregorio Espino y se cubre en 9 minutos a paso normal. Lleva otro minuto bajar a los andenes de la estación de buses por las escaleras, pues la pasarela mecánica no funciona. En total, ir de la estación de tren a la de bus a pie solo ocupa 24 minutos frente a los 34 del C2. Eso sí, con la camisa sudada. Google Maps calcula el mismo trayecto a pie para 31 minutos, tres menos que el bus de Vitrasa.

El trayecto de vuelta en Vitrasa, por Travesía de Vigo, es 14 minutos más corto. El C2 solo empleó 16 en llegar a Guixar, la mitad que si fuese por el Xeral. El autobús salió a las 17.40 horas de la estación de la avenida de Madrid y cinco minutos después avanzaba por Alcalde Gregorio Espino hasta desembocar en la Travesía de Vigo. A las 17.50 llegaba a la rotonda que conecta Doctor Canoa con García Barbón. A las 17.56 estacionaba en la parada de la estación de tren, 10 minutos antes que el redactor a pie. Esta vez sí, la máquina se adelantaba al peatón.

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