La planta de Andasol, central térmica solar con más de 600.000 espejos, en una planicie cerca de Sierra Nevada (Granada) |
En una planicie cerca de Sierra Nevada ha surgido en los últimos años un espectacular complejo de espejos parabólicos que siguen al Sol, de este a oeste, todos los días. Por el foco de cada grupo de espejos, o colector, a través de un tubo de cristal especial, circula un aceite que aumenta de 300 a 400 grados su temperatura a lo largo del circuito al concentrarse en él los rayos solares, para luego ceder su calor al agua que, en forma de vapor, mueve una turbina. Así se transforma la energía solar en electricidad, como en una central térmica convencional, pero partiendo del sol, fuente limpia y gratuita y no del carbón o del gas. Parte de esta energía recogida a lo largo del día a través de los colectores se almacena en forma de calor en enormes depósitos de sales fundidas para poder seguir generando electricidad ocho horas más tras el ocaso.
Andasol es ya, con la puesta en funcionamiento este mes de la tercera fase, el mayor parque termosolar de Europa; pero es, sobre todo, una notable obra de ingeniería sobre la que se basarán futuras instalaciones de este tipo en el sur de Europa y también en el norte de África.
Sus promotores son cinco empresas alemanas, que reconocen que están haciendo en España aquello en lo que son especialmente fuertes pero no pueden hacer en Alemania por falta de sol: el desarrollo y aplicación de tecnología. No hay ninguna empresa eléctrica española en el consorcio, denominado Marquesado Solar por la región en la que se ubica la central, el Marquesado de Zenete, cercana a Guadix. Sí participa en la construcción, operación y mantenimiento de la central, con mayoría, la empresa española Duro Felguera.
Las cifras de Andasol son llamativas, como lo es la amplísima área que cubre en una zona, los municipios de Aldeire y La Calahorra, en la que no había actividad industrial alguna tras el cierre de unas minas.
Solo la tercera fase consta de más de 200.000 espejos instalados en un área de dos kilómetros cuadrados.
El campo solar lo recorren 21.888 tubos de cuatro metros de largo cada uno y la capacidad de almacenamiento es de 30.000 toneladas de sales para ocho horas a plena carga. Son cifras muy similares a las de las otras dos fases anteriores, lo que suma algo más de 600.000 espejos, de entre 2 y 2,8 metros de lado. Ocupan mucho espacio, equivalente a unos 210 campos de fútbol, para producir una potencia total relativamente modesta -150 megavatios-, pero que es suficiente para servir a medio millón de habitantes y que -un dato muy importante- ahorrará 450.000 toneladas de CO2 anuales.
"Me conozco mejor el sur de España que Alemania", comentó el alemán Rainer Kistner, director de Andasol 3, que lleva casi dos décadas en España, con motivo de la inauguración de esta tercera fase. Esto se debe a que Kistner, que trabajó en la Plataforma Solar de Almería (germen de estas y otras centrales), y ahora en Ferrostaal (miembro del consorcio), se ha pateado todo el territorio para hallar las mejores zonas para captar el sol, las que tienen mayor irradiación solar directa. Curiosamente, no son solo las que tienen más días de sol al año, porque también cuenta la altura, entre otros factores.
Se capta más energía del sol en Guadix, a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, que en el desierto de la península Arábiga a menos altura y con una atmósfera más turbulenta. Sin embargo, en esta zona de Granada el clima es más extremo y en invierno la central tendrá que usar ocasionalmente gas para mantener la producción. En el sur de Europa hay otras zonas con ligeramente más irradiación, como la isla de Creta, y Kistner cree que hay que aprovecharlas antes de dar el salto a África, como pretende el Proyecto Desertec.
En todo caso, destacan como factores de elección para un proyecto de este tipo el apoyo de las autoridades autonómicas y locales, la legislación y los incentivos públicos y -algo imprescindible- la cercanía de una línea de alta tensión para verter la electricidad generada. Al fin y al cabo es generación concentrada de energía eléctrica, distinta de la distribuida de la energía fotovoltaica.
La construcción de varias centrales termosolares en Andalucía, con esta tecnología o la de concentración (de los rayos del sol en una torre central, como la recientemente inaugurada Gemasolar, promovida por países árabes y el grupo Sener), hacen que esta autonomía sea líder en aprovechamiento de la energía solar. Kistner señala que se decantaron por los colectores parabólicos por ser una tecnología ya probada. Sin embargo, la innovación tecnológica es continua, y en Andasol 3 se han realizado mejoras técnicas respecto a las dos primeras fases que hacen que con menos área de captación, y por tanto menos elementos, se produzca más electricidad. Se ha aumentado la capacidad de almacenamiento y se han introducido mejoras como los tubos flexibles por los que circula el aceite en la entrada de cada batería de colectores.
En la zona llana de Andasol se genera bastante polvo y eso es malo para la captación solar, así que una máquina especial, muy cara, con brazos telescópicos y cepillos rotatorios recorre continuamente los colectores limpiándolos. Cuando termina su labor en un extremo ya es hora de empezar de nuevo en el otro.
Andasol 3, que se ha construido en solo dos años, representa una inversión de más de 350 millones de euros y prevé tener unos 50 puestos de trabajo permanentes. El proyecto siguiente es Extremasol, muy parecido, en Villanueva de la Serena (Extremadura). Se terminará de construir dentro de dos años.
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