«Estamos sorprendidos. Es demasiado permisivo». El contenido del borrador de la normativa para la temporada de pesca fluvial de 2012 que el Principado presentará hoy al Consejo Regional de los Ecosistemas y de la Pesca en Aguas Continentales ha desconcertado a la mayoría de las asociaciones de pescadores de la región y abierto una brecha entre defensores y detractores. La propuesta del Gobierno regional amplía el cupo de capturas, los días de duración de la temporada y facilita el uso de cebos durante más tiempo. Nada que ver con la normativa que se aplicó en 2011 y que limitaba a mes y medio la temporada de pesca con muerte.
Ante el nuevo escenario que se plantea, buena parte de las asociaciones de pescadores se reconocen partidarias de una norma «más continuista y que no ponga en riesgo, todavía más, a la población de salmones». Entre las pocas voces partidarias de la propuesta del Ejecutivo regional se escuchó ayer la del presidente de la sociedad pesquera El Esmerillón -del Oriente-, Antón Caldevilla. «Respeta las reivindicaciones que venimos exigiendo», celebró.
En el lado contrario, José Luis Augusto, de El Maravayu, planteó las consecuencias de permitir la pesca todos los días de la semana: «Ahora que tenemos una población realmente baja de salmones se puede pescar de lunes a lunes, así que dentro de dos años volveremos a poner el grito en el cielo por su falta». Augusto adelantó que en la reunión del Consejo de Pesca que tendrá lugar hoy - «aunque sólo sea un órgano consultivo del Gobierno autonómico»- buscarán «cambios hacia una normativa más restrictiva».
Precisamente el mantenimiento de las restricciones es otro de los aspectos defendidos por Arturo Álvarez, de la sociedad Amigos del Nalón, quien considera «nefasto» el borrador presentado por el Principado e insiste en que «la pesca es un deporte, no una forma de vida como nos quieren hacer creer algunos». Álvarez no oculta sus preferencias por una norma «continuista» que ayude a preservar el número de salmones en los ríos. «Esta norma», dijo en referencia al borrador conocido el martes, «significa acabar poco a poco con los salmones. Hay que mantener los cupos anteriores», defendió.
Con un somero conocimiento de su contenido, Javier Gil, de la asociación del Cares-Deva, indicó que «si los tiros van por ahí, estamos ante una normativa muy permisiva». Él es partidario de «encontrar un punto intermedio que satisfaga a todos».
«Los problemas de los ríos no son las cañas», contrapuso ayer el presidente de la sociedad pesquera El Esmerillón. Para Antón Caldevilla son «otros los problemas» que afectan al río y sus pobladores, «principalmente derivados de la polución y de la mala gestión de las repoblaciones, además de consecuencias naturales: en diciembre y enero hay grandes riadas. Además, hay problemas con las repoblaciones y con otros que vienen de otras prácticas en el río, como la navegación» de canoas.
Caldevilla también valoró los nuevos cupos a través de una comparativa entre temporadas, señalando que «antes sólo podíamos pescar tres salmones, con cotos y todo. No creo que sea justo que sólo porque sepas pescar tengan que limitar tanto las capturas para que todos puedan hacerlo». En este sentido, señaló que la propuesta para la próxima temporada «no supondrá ningún problema biológico ya que se vuelve a cifras anteriores, aunque todavía tenemos que dejar claro si los límites son por coto o persona».
Para justificar su apuesta por la apertura del número de capturas, Caldevilla indicó que «los peces no vienen con asas ni con la boca abierta. He pescado muchísimo y sé que ampliar los cupos no significa que vayan a haber más capturas». Los precios de los cotos, «que pasan de los 100 euros, tampoco invitan a salir a pescar todos los días, sobre todo con la crisis que sufrimos», valoró.
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