El equipo de gobierno de Caldas afirmó ayer que reclamará a la Xunta los gastos extra que la proliferación del alga Microcystis está causando en la estación de tratamiento de agua potable (ETAP). El anuncio coincidió con la publicación de nuevos datos de la cianobacteria, que experimentó una notable subida tanto en el embalse del Umia como en la captación de Segade, de la que se abastece la localidad.
Según los análisis del 10 de octubre, colgados ayer en la web del Sistema de Información Ambiental de Galicia (SIAM), en la presa de A Baxe hay 256.000 células de Microcystis por mililitro de agua, cuando el día 7 había 113.500. En Segade, la única captación afectada -están libres de cianobacteria las de Rabuñade, Ponte Baión y Ponte Arnelas- se contabilizan 13.500 células, mientras que el día 7 se registraron 12.000. Sigue, por tanto, en alerta 1.
Este fenómeno natural que se registra al final de cada verano desde el año 2006 con la llegada del calor obliga al Ayuntamiento a aplicar un tratamiento con carbono activo y ozono, junto a otros reactivos, en la planta depuradora. Además, dos operarios municipales se dedican a vigilar la evolución de la potabilizadora para evitar que el alga acabe colapsando los filtros y obligando a parar el proceso de depuración. De ahí que el gobierno local pretenda que Augas de Galicia asuma esos costes extra que todavía no están cuantificados. «Solo en carbono activo y ozono son unos 15.000 euros anuales, además de la mano de obra», dijo el alcalde, el socialista Juan Manuel Rey. Esta aspiración no es nueva y ya en el 2010 la Administración local intentó sin éxito que el organismo de la Consellería de Medio Ambiente se hiciera cargo de esos gastos.
El regidor, que ayer compareció para dar cuenta de la entrevista mantenida el lunes con el presidente de Augas de Galicia, Francisco Menéndez, hizo hincapié, no obstante, en que las prioridades ahora son tres: garantizar un operativo alternativo si hay que cortar la traída, agilizar el proyecto de la nueva captación con pozos, y limpiar un tramo urbano de unos 400 metros del cauce para evitar problemas con las primeras riadas. «El estado del río es penoso en esa zona, donde la vegetación llega a alcanzar los tres metros de altura», subrayó el político.
A preguntas de los periodistas, Rey dejó caer que no quiere mantener una actitud beligerante contra la Administración autonómica, si bien apuntó que el problema no lo creó Caldas y los perjuicios son muchos desde la construcción de un embalse que nadie quería.
De momento el abastecimiento está garantizado con la recuperación de las reservas en el depósito, que ayer por la mañana estaba en 2,20 metros de altura. Rey desligó de la situación de la ETAP los problemas de escasa presión detectados ayer por la mañana en la zona de San Roque, que se debieron a una fuga en una tubería.
«De momento, vamos aguantando, aunque no sabemos hasta cuándo», dijo. El Concello, que negocia con dos propietarios la cesión de los terrenos para el proyecto de la nueva captación, solicitó a Augas un operativo alternativo con camiones cisterna. En el 2010 se trasvasaron al depósito siete millones de litros de agua, que supusieron un gasto de casi 80.000 euros.
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