La sociedad de pesca y conservación Fario de A Laracha asegura en un comunicado que sigue sin obtener respuesta por los vertidos de la depuradora que mataron centenares de truchas en el coto de Vilaño.
Además, y lo que a juicio de los pescadores resulta más grave, es que la contaminación sigue fluyendo de manera casi diaria, con lo que unos 500 metros de cauce están casi muertos.
Los socios de Fario constatan casi a diario como «a porquería que sae directamente da EDAR de A Laracha por non decir que sae dereita do alcantarillado».
Debido a este problema y a la falta de contestación por parte de los distintas Administraciones la entidad tiene convocada una asamblea general para el próximo día 21 en el que se tratarán las medidas a adoptar para salvar un río, que debido al escaso caudal que tiene en esta época del año, corre el riesgo de quedar sin ningún tipo de fauna piscícola.
Toda esta situación favorece la saprolegnia, un hongo altamente contagioso que ya se ha detectado en algunos ejemplares y amenaza con matarlos a todos, sobre todo ahora en época de apareamiento cuando los contactos entre las truchas son mayores.
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