Ence está reutilizando el agua para varios procesos industriales. Se trata de una medida que no se puede prolongar en el tiempo, porque el propio sistema de producción de pasta de papel lo impide. Pero de momento ha hecho que el río Lérez recupere un metro en su caudal en apenas tres días.
Cuando se desataron todas las alarmas, el pasado viernes, apenas alcanzaba una altura de ochenta centímetros. La medición realizada ayer a las nueve de la mañana por técnicos de Aquagest estableció en 1,87 metros el último nivel del río.
En estas circunstancias, y debido a la alerta por sequía, la ciudad continúa con un abastecimiento mixto para la población. El 50 % se está tomando desde el embalse del Pontillón de Castro, donde, al ritmo actual de uso, aún hay reservas para unos cien días sin que llueva. La otra mitad proviene del río Lérez. Los últimos datos de consumo de la ciudad apuntan a que hacia los hogares fluyeron a lo largo del domingo 24.147 metros cúbicos de agua, algo menos de los registrados un día antes.
El plan de urgencia está permitiendo que se recupere el caudal en el río, pero no soluciona los problemas industriales. Responsables de Ence se reunieron ayer en Santiago con Augas de Galicia y Aquagest para articular un plan que permita compatibilizar la actividad de Ence con un período de escasez de agua como el actual.
Como medida de urgencia está ya en marcha la reutilización del agua en varios procesos industriales. Pero esta medida solo puede hacerse en un determinado número de veces, entre diez y doce. Pero hay otro sistema que se podría implantar.
Se trata de reintegrar a la red parte del agua que Ence toma del Lérez. Existe la posibilidad técnica de hacerlo con siete mil metros cúbicos de agua al día, que se cederían directamente desde la presa de captación de aguas de Ence al foso de bombas de Aquagest.
El déficit en la red detectado el viernes, cuando se inició el plan de emergencia, fue de 1.880 metros cúbicos, por lo que la medida compensaría holgadamente el déficit actual, explican desde la firma pastera, donde estiman que el agua disponible ahora excede en más de 10.000 metros cúbicos las necesidades de agua potable de la población de Pontevedra.
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