Trabajadores de Medio Ambiente reúnen peces muertos aparecidos en A Fervenza en 2007 |
El vaciado del embalse coruñés de A Fervenza, que en noviembre de 2007 ocasionó la muerte de 15.000 peces así como la acumulación de lodos y la interrupción del caudal del río Xallas, termina en condena. La empresa Ferroatlántica, productora de ferroaleaciones y energía eléctrica, y dos de sus directivos tendrán que pagar una indemnización de 305.954 euros por los daños ecológicos provocados en la presa situada entre los municipios de Dumbría, Mazaricos y Santa Comba, la mayor de la provincia de A Coruña.
Los dos directivos, Román L. C., entonces director de explotación del sistema eléctrico, y José Luis G.G., consejero delegado, han sido condenados por el juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña a cinco meses de prisión y otros ocho meses de inhabilitación, respectivamente, para el ejercicio de facultades de dirección de explotación de sistemas eléctricos por un delito contra el medio ambiente, en concurso con otro delito de daños.
El Ministerio fiscal pedía por la responsabilidad de estos hechos una pena de dos años y tres meses de cárcel para cada uno de los imputados, además de la inhabilitación para ejercer sus cargos y el pago de una multa de 20.880 euros, pero las sanciones quedaron rebajadas a las penas antes mencionadas después de un acuerdo al que llegaron las acusaciones, entre ellas, la propia Xunta, y las defensas de los directivos y la empresa, que es propiedad del Grupo Villar Mir.
El fallo judicial considera probado que en los días anteriores al 10 de noviembre de 2007 "y al menos desde el 24 de septiembre, en que el agua embalsada suponía menos del 20% de la ocupación del embalse", los acusados "contraviniendo", entre otras, la ley de aguas y el Reglamento de Ordenación de Pesca Fluvial y de los ecosistemas acuáticos continentales, "provocaron de manera consciente y con la finalidad de maximizar la explotación de aprovechamiento hidráulico para la producción de electricidad el vaciado total del embalse de A Fervenza". La actuación de los imputados causó la muerte de al menos 15.000 peces, en su mayoría truchas y bogas y generó para Ferroatlántica "un aprovechamiento hidroeléctrico cuya cuantificación exacta no ha sido determinada", contempla la sentencia, si bien el fiscal la había valorado en 610.262 euros.
La sentencia señala que las consecuencias ambientales "no solamente pueden medirse por el valor estimado de las especies extinguidas, notoriamente superior a los 80.000 euros, sino también por el resto de las afectaciones ambientales y el valor de las actividades lúdicas y recreativas", añade.
La empresa Ferroatlántica, como responsable civil directivo, y los dos procesados, de manera solidaria, deberán pagar una indemnización final de 305.954,33 euros, cantidad en la que se estima la reparación del daño ecológico causado y la realización de actividades directamente derivadas del entorno del embalse coruñés. De esta cuantía, 265.954,33 corresponderán a la Xunta para la regeneración del ecosistema afectado, mientras que 20.000 euros serán destinados a Salmo Club Pesca Deportiva y otros 20.000, a la Federación Gallega de Pesca.
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