La Asociación Ecologista Arcoiris asegura que ha comprobado, en documentos "manejados por la Consellería de Medio Ambiente que se han mantenido en secreto hasta ahora", que "el estado del puerto es malo desde el punto de vista de contaminación química" y que "tampoco sale bien parada la ensenada de Bens". Según denuncian los ecologistas, dicha ensenada "ha soportado durante lustros los vertidos industriales incontrolados del polígono de Sabón y, en época más reciente, las obras del puerto exterior, que han causado a su vez un considerable impacto ambiental".
Arcoiris indica que, según documentos que asegura "han pasado por las manos de la Dirección Xeral de Calidade Ambiental", las aguas del puerto y de la ensenada de Bens "están contaminadas por sustancias consideradas cancerígenas para el ser humano". Se trata, señala la asociación, de cadmio, benzo-perileno e hidrocarburos policíclicos.
La presencia de industrias como Repsol y de los varaderos de Oza en la ensenada coruñesa, y Megasa y Emesa en Sabón, han aportado en las últimas décadas, recuerdan los ecologistas, "una carga en metales pesados e hidrocarburos a las aguas del puerto y de Bens que puede ser peligrosa para la salud de la población en caso de que se consuman mariscos y pescados capturados en estas zonas".
Por todo ello, la entidad ha instado a Xunta y Autoridad Portuaria a "extremar sus inspecciones ambientales" con el fin de "garantizar la salubridad ambiental de las aguas costeras de la ciudad". De confirmarse concentraciones peligrosas para la salud, los ecologistas piden la prohibición de la pesca en la zona.
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