La primera tienda «on-line» de pescado nace en Vigo en vísperas de Navidad

Heredera de Lonxanet, se ha creado la primera tienda electrónica de España dedicada a la venta de pescado congelado, elpescadonoescaro.com, que con sede en Vigo y menos de un mes de vida, prevé «un aluvión de pedidos» durante la próxima campaña navideña, según ha destacado su responsable. Ruy Andrade evalúa su actual base de clientes en 15.000 entradas, que se traducen en otros tantos usuarios potenciales. Tanto esta web como la de su hermana (elmarisconoescaro.com, alumbrada hace un año), han recibido desde su creación 150.000 visitas, con más de un millón de páginas visitadas.

Después de poner en marcha el proyecto en la red elmarisconoescaro.com, el nuevo portal apuesta por productos de calidad contrastada y con gancho comercial (en su mayoría suministrados por el grupo vigués Pereira), esquema que ha funcionado para el marisco desde la puesta en marcha de la web, en noviembre del año 2010, y que batió marcas de venta en las Navidades de ese año. Algo que la empresa quiere repetir con el pescado.

La tienda virtual elpescadonoescaro.com es una iniciativa viguesa que pretende vender productos en toda la península y Baleares «de forma rápida y económica», asegura Andrade, creador de ambos proyectos.

«Desde que iniciamos nuestra andadura con el marisco -explica- intentamos trasladar a la sociedad que tanto el pescado como el marisco son productos asequibles para llevar a la mesa».

En elpescadonoescaro.com se seleccionan las piezas y se entrega al cliente en estado de congelación, en recipientes especialmente diseñados para garantizar el mantenimiento de la temperatura, «lo que permite una óptima conservación, de modo que el cliente puede decidir cuándo desea consumir el alimento sin riesgo alguno de que el producto se deteriore», puntualiza Andrade.

En el proceso de empaquetado se separan las distintas especies, introduciéndolas en envases individuales para evitar la mezcla de sabores. El pedido, previamente envuelto, es colocado en una caja de poliespan. Por último, se añade hielo seco (a 80 grados bajo cero), que no deja huella, y se precinta la caja para evitar la pérdida de frío. De esta manera el encargo llega al punto de entrega en perfectas condiciones.