Sargo

Muy abundante en Galicia y cornisa Cantábrica, aunque se puede encontrar en cualquier parte del litoral peninsular.

Pez espléndido para la pesca deportiva por su extraordinaria lucha con el pescador.

Es desconfiado, lo que hace que se asuste con facilidad. Por ello se hace necesario el uso de sedales finos en su pesca con boya a fin de que no rehuse el cebo, lo que provoca con frecuencia la rotura del mismo por la bravura de la lucha.

Tiene un cuerpo comprimido y alto, sus dientes son planos y muy afilados. La tonalidad general del individuo es gris con reflejos plateados, mas o menos oscuros dependiendo de los fondos donde habite y la edad de éste. Posee unas 8 bandas transversales oscuras que se van difuminando y llegan a desaparecer con la edad, la última de las cuales, situada sobre el pedúnculo caudal, es la más marcada y tiene forma de silla de montar. Su aleta caudal orlada de negro. Su talla máxima es de 40 cms. con un peso sobre los 2 kilos. A veces se le llama chopa, ya que es muy parecido a la verdadera chopa. Mencionar también que al igual que otros muchos peces, el sargo es hermafrodita.


Sargo común

Presentan 5 variedades, que son:

MOJARRA (Diplodus vulgaris) se caracteriza por tener dos franjas negras, una detrás de la cabeza y otra en la cola; tiene un peso medio, es decir, rara vez alcanza el kilo de peso; su hábitat preferido son los fondos rocosos, donde se reúnen en grupos de varios individuos; podemos encontrarlos hasta en 50 metros de profundidad, y frecuenta espigones y muelles.

RASPALLÓN (Diplodus anularis) se caracteriza por tener su librea amarillenta y una franja negra en su cola; no suele alcanzar grandes tamaños, raramente los 500 gramos; su hábitat preferido son los fondos de algas o bosques de posidonia; nos suele formar grandes grupos y podemos encontrarlo hasta en 30 metros de profundidad. Es el sargo mas abundante en el Mediterráneo.

SARGO BREADO O REAL (Diplodus cervinus) se caracteriza por tener 5 o 6 franjas transversales y anchas de color marrón oscuro y casi negro en grandes ejemplares, su hábitat preferido son los fondos de piedras; de costumbres solitarias, son territoriales y muy defensores de su zona; suele alcanzar un peso de hasta 5 Kgs. y podemos encontrarlo hasta 100 mts. de profundidad. Es el menos abundante de todos.

SARGO COMÚN (Diplodus sargus) se caracteriza por tener 8 o 9 bandas negras que desaparecen al llegar al vientre; su hábitat preferido son los fondos de rocas, aunque suele habitar playas sobre todo a la hora de alimentarse; no suele formar grandes grupos, lo normal es que lo formen 8 o 10 ejemplares de diferente peso; en ejemplares grandes suelen ser territoriales; alcanzan un peso de hasta 3 Kg. y podemos encontrarlo hasta 50 mts. de profundidad. Es, junto con la mojarra, el mas abundante en Galicia.

SARGO PICUDO (Diplodus puntazzo) se diferencia del sargo común porque boca la tiene en forma de pico, alargada y su hábitat preferido son los fondos de arena o fango; por lo demás es igual.


Sargo breado o real

Viven en el litoral rocoso poco profundo. Es una especie muy frecuente en los puertos. Durante el verano son frecuentes en los charcos de marea, bandadas de pequeños sargos de 1 a 5 cms.

Tiene una excelente calidad. Es muy sabroso y se consume frito y al horno.

Es un pez que suele comer de casi todo, aunque existen preferencias por algún que otro tipo de cebo. Como norma general sienten debilidad por todo tipo de gambas, camarones, quisquillas, ermitaños, cangrejos de playa, chipirones, etc... siempre lo mas frescos posibles y por todo tipo de gusanos o lombrices de mar, americana, titas, etc.

Si se observa a un sargo se puede apreciar la dentadura tan potente que tiene y la armadura de molares, capaces de triturar todo lo que se le ponga por delante.

Suele alimentarse al anochecer y amanecer, aunque es frecuente pescarlos de día, sobre todo con el mar esta revuelto y sus aguas oscuras.

Para pescar sargos deberos buscar un estado de la mar propicio para ello, el mar tiene que estar movido, con las aguas turbias, es decir no importará que haya olas grandes, sobre todo si vamos a pescar con caña de pulso o boya; si por el contrario pescamos con caña de lanzado o surf-casting no será un factor determinante el estado del mar pues lanzaremos lo mas lejos posible con el fin de llegar a los sargos.

Sargo picudo

No cabe duda que el sargo en sus distintas especies, es una de las especies más apreciadas en la pesca desde costa empleando la boya o flotador. El uso de cañas de 6 ó 7 metros es ya frecuente en las costas gallegas y cantábricas; técnica de pesca ideada por los pescadores asturianos.

Esta especie, perteneciente a la familia de los espáridos, como hemos dicho, se caracteriza por ser un gran luchador, tener una relativa abundancia y algo que es muy importante de cara a su pesca, se suele mover en muchas ocasiones en grupos numerosos que nos pueden proporcionar una emocionante jornada de pesca.

Del sargo podemos decir que antaño fue una especie muy abundante en nuestras costas, por lo que era fácil su pesca con equipos más o menos adecuados, y era raro el día que se iba a por ellos y no se capturaban bastantes ejemplares.
Hoy en día, sin embargo, se ha de afinar bastante puesto que la escasez, unida a una mayor selectividad de las piezas hace a los sargos una de las especies más esquivas de nuestras costas.Las  zonas de acantilados junto con las playas de “bolos”, rocas sueltas de buen tamaño salpicadas con arena y otras piedras mayores, resultan ser las mejores zonas para la pesca del sargo. En estas zonas puede encontrar sus presas habituales, cangrejos, camarones, algas, mejillones... y encuentra refugio en las cuevas y “agujeros” donde son buscados normalmente por los pescadores submarinos.

Para pescar el sargo con garantías es necesario utilizar un buen cebado. El cebado correcto de las aguas permitirá centrar los sargos en nuestra zona de pesca, pero al igual que los puede atraer un buen cebado, si no tenemos en cuentas las corrientes lo más probable es que nuestro engado acabe muchos metros alejados de nuestro puesto y los sargos tras el.

Mojarra

Para cebar bien tenemos que tener en cuenta la velocidad de la corriente y la orografía del terreno donde pescamos.
No tiene sentido por ejemplo, hacer bolas de engado muy compactas y duras en escolleras, puesto que las bolas rápidamente se perderán entre las grietas de las piedras, y tampoco tiene mucho sentido aplicar un engado suelto cuando tenemos 5 o 6 metros de profundidad y un oleaje unido a corrientes muy importante.

Teniendo en cuenta estos dos factores tenemos varias opciones para realizar el cebado de las aguas.
- La primera de ellas es el empleo del clásico “salado” de venta en tiendas de pesca que no es mas que una pasta de sardina salada y posteriormente triturada. Este tipo de engado es muy compacto, aguanta bien en el fondo y permite que se le añada un alto porcentaje de tierras que permitan darle más peso y evitar así que se vea arrastrada por la corriente mientras llega al sitio elegido por nosotros.
- Otra opción es el empleo de engados comerciales que incluyan un alto porcentaje de queso y algo de harina de pescado. Hay marcas que incluso ya tienen en sus catálogos engados especial sargo y que realmente funcionan bastante bien siempre que las condiciones de corrientes no sean muy elevadas.
- El último de los métodos es el empleo de erizos y mejillones machacados sobre las rocas que mojan las olas, que proporcionarán al agua el aroma más atractivo para estos peces. El inconveniente de esta técnica es que la disponibilidad de erizos y mejillones es normalmente escasa y no llegarían a cubrir la cantidad necesaria para conseguir desarrollar toda una jornada de pesca.
- Y la última es la fabricación casera con sardinas y restos de pescado y marisco.
 

Raspallón

Una vez tenemos el cebo y el lugar sólo nos queda saber cuando y como. Respecto al cuando, las mejores horas son sin duda el anochecer, la morralla deja de incordiar y las picadas tardan en sucederse hasta que entran los sargos. ¡Desde ese momento puede ser un no parar!.


En resumen, un gran pez que da muchas satisfacciones cuando lo tienes enganchado.