Depósito de la grúa en O Martinete |
El Gobierno local ha decidido poner freno a la sangría económica que genera al Ayuntamiento la concesión de los servicios de la ORA y de la grúa, que causa unas pérdidas anuales de 600.000 euros a las arcas municipales, por lo que el próximo mes abrirá una negociación con la empresa Doal, adjudicataria de esta concesión, con el fin de exigirle que cumpla las condiciones establecidas en el contrato y se corrija el desfase económico.
El BNG calificó recientemente de "ruina económica" la gestión de estos servicios y reclamó al Gobierno local una revisión del acuerdo que existe con la concesionaria, ya que en los presupuestos de 2012 se prevé ya un déficit de 400.000 euros al tener que realizar un pago a la empresa de 3,9 millones de euros, frente a un cálculo de ingresos de solo 3,5 millones. Esquerda Unida propuso que la empresa renunciase a la concesión por entender que no le resulta rentable la explotación de estas actividades.
Uno de los últimos acuerdos adoptados por el Gobierno local en relación con esta concesionaria es el de eximirla por ahora de la obligación de destinar 310.000 euros que le entregaría el Concello a inversiones para la mejora del depósito de vehículos retirados que posee en O Martinete. La razón es que Doal prevé trasladar en breve a otra ubicación estas instalaciones, por lo que no tendría sentido ejecutar ahora esas obras. La concesionaria no ha comunicado por el momento cuál será el nuevo emplazamiento del lugar reservado a almacenar los vehículos que se recogen de la vía pública por encontrarse estacionados de forma incorrecta.
La lejanía del actual depósito del casco urbano llevó a Doal a situar sus grúas en diferentes puntos de la ciudad para desplazarse desde ellos a los lugares en los que es necesaria su actuación, en lugar de que permaneciesen en O Martinete como sucedía hasta entonces, lo que retrasaba la retirada de los vehículos. Pese a esta medida, el volumen de automóviles trasladados al depósito de la grúa cayó en un 41% durante los últimos cinco años, según los datos municipales.
La negociación que iniciarán en enero el Ayuntamiento y la concesionaria puede llevar consigo la modificación de las actuales zonas delimitadas para el cobro por el estacionamiento con el fin de corregir problemas como la invasión por los vehículos de las calles limítrofes a las que se aplica la ORA con el fin de evitar el pago de las tarifas. El barrio de A Cubela es uno de los afectados por esta situación, agravada por la intensa afluencia de tráfico que generan los centros comerciales situados allí, por lo que se estudia la posibilidad de crear espacios de aparcamiento en exclusiva para los conductores que residen en esas calles.
Doal se hizo con esta adjudicación en 2005 y debe prestar ambos servicios al menos hasta 2015, ya que es posible ampliar la concesión dos años más. El objetivo del Ejecutivo municipal es conseguir que Doal cumpla los términos acordados hace ahora seis años, cuando se comprometió a que su actividad mediante el cobro de las tarifas de la ORA y la retirada de los vehículos mal estacionados generase excedentes económicos que se repartirían inicialmente en un 80% para el Ayuntamiento y un 20% para la empresa. La concesionaria modificó posteriormente estos porcentajes, de forma que quedasen en un 95% y un 5% respectivamente.
El contrato suscrito entre Doal y el Ayuntamiento en 2005 establecía que la empresa recibiría anualmente 3.372.500 euros por la realización de su actividad y que se efectuarían liquidaciones mensuales para establecer la diferencia entre los ingresos obtenidos por la concesionaria y la doceava parte del importe del contrato. Otro de los compromisos adquiridos es que Doal abonaría al Concello un millón de euros como anticipo de los pagos mensuales que debería abonar como canon de la concesión y que, una vez agotada esta cantidad, la compañía debería reponerla para que permaneciese en poder municipal a lo largo de toda la contrata, aunque tras las últimas liquidaciones efectuadas, ya no quedan fondos procedentes de ese concepto.
La Ordenanza de Regulación del Aparcamiento, conocida popularmente como la ORA, comenzó a aplicarse en octubre de 1989 en las calles más céntricas de A Coruña como un intento de solución de la congestión generada por la afluencia masiva de vehículos. Como complemento a este sistema se puso en marcha también un servicio de retirada de los automóviles mal estacionados que se adjudicó también a la empresa concesionaria de la ORA, Setex-Aparkisa.
En febrero de 1992 se amplió en 150 calles el cobro por aparcar, pero en esa época surgió en toda España una intensa polémica acerca de la capacidad de los vigilantes de la ORA para sancionar a los infractores, así como de los empleados de la grúa para llevarse los vehículos mal estacionados sin la orden previa de un agente municipal.
El Gobierno central se vio obligado a efectuar reformas legales para ofrecer seguridad jurídica a estos servicios, que en A Coruña cambiaron de concesionario en 2005 tras la convocatoria de un nuevo concurso. A los problemas de falta de rentabilidad que padece Doal en la gestión de la ORA y la grúa se suman los de tipo laboral, ya que el sindicato UGT ha denunciado demoras en el pago de los salarios a los trabajadores.
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