Dos de los cuatro barcos que aparecieron ayer con pintadas en el muelle de Oza |
Un conflicto por la captura de pulpo menor de un kilo -la talla mínima legal- enfrenta a la flota de bajura de A Coruña con varios barcos de Camariñas que amarran en el muelle de Oza y pescan en aguas coruñesas.
El sector acusa a los pesqueros de capturar ejemplares de este cefalópodo por debajo de la talla legal, lo que pone en riesgo la supervivencia de la especie. La Cofradía de Pescadores de A Coruña explica que algunos barcos de la flota coruñesa advirtieron hace meses por radio a los pesqueros de Camariñas de que dejasen de pescar pulpo ilegal, pero el enfrentamiento no finalizó ahí. Ayer, cuatro barcos amarrados en Oza amanecieron con pintadas en las que se podía leer eskilmador de polbo.
Fuentes de la Guardia Civil -que acudió por la mañana en el muelle a realizar un informe de lo ocurrido- indicaron que las pintadas se realizaron por la noche en tres pesqueros de Camariñas y uno de Corme (Ponteceso), todas con el mismo mensaje. También señalaron que los armadores todavía no han denunciado el ataque.
El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de A Coruña, Manuel Cao, desconocía ayer por la tarde los hechos pero explicó que después de varios meses de conflicto, "saltó la chispa". Antes de este incidente ya tenía previsto convocar una reunión zonal esta semana con las cofradías que pescan pulpo en la ría coruñesa para buscar una solución, pero de no producirse, exigirá a la Consellería do Mar que tercie en la disputa.
"Quien venga a pescar a nuestras aguas tiene que acatar las normas que hay y si no, haremos lo posible para que se vayan. No justifico las pintadas. Si alguien lo hizo fue porque lo consideró necesario y sabía lo que hacía, pero la Consellería no puede permitir este descontrol", argumentó.
Cao sostiene que estos barcos operan y descargan en el muelle coruñés pero, según él, "se llevan el pulpo y lo venden fuera". El patrón mayor de la cofradía exige al departamento de Rosa Quintana que intensifique los controles para estas embarcaciones. "Todos los barcos de la flota de bajura coruñesa descargan aquí y van a la lonja a vender. Ahí están los datos por si se quieren ver, pero para otros barcos no hay ningún control", destacó. El sector denuncia que estos pesqueros continúan con la actividad ilegal pese a que ya fueron multados por ello. Con una sanción que según los armadores puede llegar a los 8.000 euros. "Esta gente esquilma el pulpo", critica Manuel Cao, quien teme que después de las pintadas el verdadero problema pase a un segundo plano. "Van a salir como víctimas cuando no lo son. Las víctimas somos todos porque se llevan nuestro pulpo. La Consellería do Mar tiene que poner remedio a esta situación", asevera el patrón mayor.
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