martes, 28 de febrero de 2012

Un congrio de talla descomunal: 57 kilos

Paulino Toucedo (izq.) y Juan Figueroa, ayer, junto al enorme congrio

Hace un mes fue capturado en Baiona uno de 28 kilos. La semana pasada un submarinista de Oia superó a sus vecinos con un ejemplar de 33 kilos. Ayer, dos redondelanos fulminaron todos los registros al conseguir pescar un congrio de nada menos que 57 kilos de peso y dos metros 35 centímetros de longitud. Los más viejos del lugar no daban crédito al descomunal ejemplar cuyo primer destino ha sido el instituto de oceanografía, donde esta mañana ha sido analizado. Ahora un restaurante se encargará de incluirlo en su menú.


Los marineros de Redondela no daban crédito a la captura que descargaban ayer dos pescadores deportivos en el puerto de Cesantes. Un descomunal congrio de 2,35 metros de longitud y 57 kilos de peso se convirtió en el centro de atención durante la mañana en las instalaciones portuarias. La noticia corrió como la pólvora por la localidad y fueron muchos los curiosos que se acercaron hasta el lugar para contemplar el pescado, a exposición colgado de una grúa. Y no era para menos. Ni los más veteranos del lugar recordaban una pieza de este porte, que casi duplica al ejemplar de 33 kilos capturado en Oia el pasado domingo, o el de 28 kilos del pasado mes en Baiona.



Los autores de la hazaña, los submarinistas redondelanos Paulino Toucedo Otero y Juan Figueroa Couñago, localizaron el inmenso congrio oculto entre unas rocas en el litoral de Alcabre, en Vigo, a unos seis metros de profundidad. Paulino asegura que ya lo había visto en el mismo lugar la semana pasada, pero en esa ocasión el disparo solo consiguió herirle en la cola y pudo huir. Ese día no volvieron con las manos vacías, puesto que lograron capturar otro ejemplar de quince kilos. Pero el enorme tamaño de la presa escapada le llevó a regresar a la zona ayer por la mañana para volver a probar suerte.


"Los marineros dicen que esta especie siempre habita en la misma cueva, que es de carácter muy territorial, por lo que confiaba en tener una segunda oportunidad", afirma. Y en esta ocasión la fortuna estuvo de su lado. "Lo localice muy cerca de la zona y estaba de cola, algo raro porque suelen asomar la cabeza. Le disparé otra vez en la zona trasera y cuando se revolvió le pegué otro arponazo en la cabeza. Cuando salió entero y vi su enorme tamaño me dio un subidón de adrenalina, era algo impresionante", indica Paulino, de 27 años y aficionado a la pesca deportiva desde los 14.

Su compañero de faena, Juan Figueroa, le dio después dos cuchilladas en el cuello para asegurarse de que estaba muerto. "Es una especie muy agresiva que si te muerde no te suelta, y con ese tamaño te puede desgarrar un brazo o una pierna", justifica.


La tarea de subir la pieza al barco tampoco fue tarea sencilla por los 57 kilos de peso. "Se nos soltó y volvió al fondo. La sensación como se hundía el congrio completo a seis metros de profundidad es algo que nunca olvidaré". Por supuesto, volvió a descender y a la segunda consiguieron izar la captura con gran esfuerzo.

"Casi no cabía en la bañera del barco", una lancha de cinco metros de eslora con base en el puerto
redondelano. "Cuando llegamos a Cesantes y nos vieron descargar el bicho para medirlo y pesarlo no creían lo que veían. Los mayores hasta el momento eran de veinte o treinta kilos, pero este es el doble. Nunca se vio un ejemplar tan grande en esta zona", comenta Paulino, muy conocido en la villa de los viaductos por ser el propietario de la cafetería A Farola, situada en la céntrica plaza de Ponteareas.

El congrio permaneció en el exterior de la lonja durante dos horas, colgado de una grúa, para asombro de las personas que transitaban por la zona. La sorprendente captura atrajo a numerosos curiosos hasta el puerto, que no quisieron perderse la presencia de semejante pescado.


Los dos Paulino y Juan se pusieron en contacto con el Centro de Investigaciones Marinas de Vigo por si les interesaba estudiar el enorme ejemplar, y a mediodía acudieron a recogerlo. "La bióloga quedó encantada porque nos dijo que era una pieza importante para la investigación. Y al mismo tiempo nos hizo un favor porque no sabíamos qué hacer con un congrio así, un pescado de más de dos metros no cabe en cualquier nevera", bromea.

Cuando el centro marino extraiga las muestras que necesiten, la captura será cedida al restaurante Avenida de Arcade para su degustación, puesto que a Paulino le une una gran amistad con sus propietarios. "Si el congrio capturado en Oia dio para un centenar de raciones, con este comerán cerca de doscientas personas", concluye Paulino, que no se perderá la comida del suculento pescado. Lo que se desconoce es la forma de preparación, que decidirán los responsables de los fogones del establecimiento de restauración.

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