Un grupo de pescadores, ayer en el embalse de Zamáns, en la primera jornada de la temporada, marcada por el escaso caudal de los ríos |
La temporada de pesca fluvial en Galicia comenzó ayer marcada por el bajo caudal de los ríos, debido a la sequía provocada por la falta de lluvias.
Por este motivo, la Xunta ha apelado a la "profesionalidad" de los casi 70.000 pescadores con licencia para que ante la situación de los caudales se abstengan de vadear los tramos donde haya desove por el riesgo de afectar a los alevines.
El director general de Conservación de la Natureza, Ricardo García Borregón, ha indicado durante una visita al coto de Verdes en el río Anllóns, en Coristanco, que la Xunta es "consciente" de la situación de los caudales "muy bajos para la época del año", según apunta en un comunicado el Gobierno gallego.
Además, la situación de los ríos ha provocado que esta semana distintos colectivos y asociaciones ecologistas demandaran que se pospusiera la apertura de la temporada.
Precisamente, en el Coto de Verdes, el vicepresidente de la Federación Gallega de Pesca, José Manuel Rey, confirmaba que "a pesar de que llovió por la noche, el caudal era muy bajo, pese a que las aguas no estaban turbias". Rey dijo que el nivel de capturas fue muy bajo, tal y como se preveía, achacándolo, además, a la baja temperatura del agua. "Se cumplieron los pronósticos iniciales. El agua estaba muy fría y había pocas truchas", prosigue.
La escasa lluvia de las últimas horas tampoco ayudó a mejorar la situación. "La lluvia contribuye a enturbiar el agua, con lo que es más fácil de engañar, pero también provoca que se recojan más y que no se dejen ver", añade el vicepresidente.
Igual de decepcionado llegó de su jornada de pesca Manuel González en el Coto de Cerdedo. "Vengo muy quemado. Me fue fatal", se lamenta. "Siempre los pescadores ponemos excusas como el caudal o el frío, pero es que en mi caso, este año, es que no he visto ni una sola trucha delante mía. Ha sido horrible. Un desastre", prosigue González.
Pese a todo, indicó que el estado del río era "muy bueno". "Tenía un caudal bajo, pero suficiente para la pesca. El agua no estaba tampoco revuelta, pero sí muy fría", añade.
Pero aún así, la trucha brilló por su ausencia. "Ha sido una de esas jornadas que te quitan las ganas de volver", espeta Manuel González, cuyo sentir compartieron sus compañeros de jornada. "Fuimos por la mañana y por la tarde, pero a última hora ya no se estaba a gusto en el río. En Cercedo el río tiene muy poca vida. Yo es que no he visto ni un mínimo movimiento, una prueba de que allí había una trucha. Algún compañero dice que vio algún ejemplar grandote, pero la verdad es que yo no vi nada".
"Tal y como ha empezado, la impresión es de que la temporada no va a ser buena. Puede venir algún día que suene la flauta por casualidad, pero tenemos que hacernos a la idea de que va a ser una temporada mala en cuanto a capturas. La cosa no pinta nada bien. Soy muy pesimista", se lamenta. Pese a todo, ya anuncia que el próximo domingo irá a probar suerte al Coto de Verdes.
En Lugo la situación no fue mejor. Pablo González pescó ayer cuatro truchas en el Río Ouro, pero calificó la jornada de "mala". "Hay muy poca pesca y hacía mucho frío y viento", relata.
"Ha sido un mal inicio y aún por encima los ríos llevan muy poco caudal. Es una situación más propia de los meses de julio y agosto", explica el lucense. "Cada año hay menos trucha y con esta situación la verdad es que la cosa no pinta nada bien. Al menos esa es mi impresión, pero por lo que pude ver, todo el mundo opina igual".
No hay comentarios:
Publicar un comentario