Centenares de sepiones (los gladios, la pluma calcárea típica de las sepias), probablemente no sea exagerado hablar de miles, han sido descubiertos en las últimas horas en playas del Occidente asturiano, en mayor medida en las de Pormenande (El Franco) y Peñarronda (en el límite de Castropol y Tapia). Las corrientes las arrastró hasta estos arenales, pero bien pudieron haber llegado a otras playas, también de A Mariña. Luis Laria, el presidente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma), con sede en Luarca, habla de un hecho insólito en la zona y lanza algunas hipótesis sobre las causas de esta mortandad.
-Solo en Peñarronda aparecieron centenares de gladios, todos ellos pertenecientes a ejemplares que pueden superar fácilmente los dos kilos de peso. Los gladios que han aparecido son los mismos que algunas veces vemos en las playas y que se suelen recoger para colocar en las jaulas de los pájaros para que afilen el pico. Si consultamos a los lugareños, incluso a los de más avanzada edad, nos dicen que nunca se había visto algo semejante. Nunca se había visto por aquí miles de sepias muertas. La presencia de los sepiones en playas o pedreros siempre ha sido habitual, pero en cantidades muy pequeñas, mínimas, de sepias que mueren después de la fase de reproducción.
-¿Cuál ha podido ser la causa de la mortandad?
-Desde hace tiempo venimos insistiendo en el factor contaminante que suponen los vertidos al Cantábrico, que está poniendo incluso en peligro a la población de algas de la costa gallega y occidental asturiana. Como hipótesis no descartamos que algún tóxico pudiese ocasionar un daño indirecto a las poblaciones del algas típica de la zona, las laminarias, pero más directo a algunas especies que supeditan su reproducción en ellas, como es el caso de las sepias o jibias. En esa fase reproductiva realizan su puesta fijando los huevos a los tallos de las algas entretejiendo con sus tentáculos los racimos de huevos de los que posteriormente nacerán los juveniles.
-¿Hay otras posibles causas?
-Se podría pensar en una muerte natural de esta especie por el desove, pero esta fase de reproducción de la sepia o jibia no se da en la mayoría hasta el mes de mayo. Además, la temperatura del agua en la actualidad imposibilita un desove adelantado. Otra hipótesis, pero que en principio descartamos, sería la alteración de la salinidad del agua por la influencia del aumento del caudal de los ríos por las lluvias, pero estas no coincidirían tampoco con la fecha de la muerte, ya que como mínimo estos ejemplares habrían muerto ya hace más de 15 días.
-¿A qué distancia de la costa podrían haber muerto?
-Cerca, porque entre abril y julio tienen querencia por este litoral para desovar en zonas someras, de entre dos y 25 metros de profundidad.
Se descartan entonces hipótesis como la muerte por desove, puesto que esta fase de reproducción de la jibia no se da en mayoría hasta el mes de mayo, además la temperatura del agua en la actualidad imposibilita el desove adelantado o la alteración de la salinidad del agua por la influencia del aumento del caudal de los ríos por las lluvias.
La Sepia 'officinalis' es un cefalópodo que entre los meses de abril y junio tiene querencia del litoral asturiano en zonas someras de 2 a 25 metros precisamente para reproducirse. Puede alcanzar los 3 kilogramos de peso y tiene un alto valor gastronómico.
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