La temporada de pesca del salmón se abrirá este martes en los cotos estradenses |
La sequía de este invierno será letal para la población de salmón del Ulla al afectar de forma directa al complejo ciclo vital del salmón. En el mes de marzo es cuando los salmones juveniles se dispersan en busca de territorio propio. El animal reabsorbe el saco del huevo que le proporcionó alimento durante la etapa anterior y tiene que buscar un territorio para instalarse y algo que llevarse a la boca.
«Es un momento crítico en el que, en condiciones normales, pueden morir hasta el 80% de los ejemplares», explica el técnico medioambiental Pablo Caballero, del Servicio de Conservación da Natureza. La carencia de lluvias durante el pasado mes de marzo provocó que el nivel del río fuese muy bajo. En consecuencia el hábitat quedó reducido y los juveniles tuvieron que pelearse más que nunca por el territorio a colonizar. Los técnicos no se atreven a dar cifras, pero están seguros de que «morirán más de la cuenta».
El incremento de la mortalidad de los juveniles se notará en la pesca -según las previsiones de los especialistas- en un par de años, con un descenso de la población de salmón que podría ser importante. No obstante, la temporada de pesca que se abrirá en los cotos estradenses este martes, día 1 de mayo, se presenta buena. La lluvia de las últimas semanas ha sido un regalo para el cauce fluvial. Ha incrementado el caudal y permitirá la remontada de los salmones procedentes del mar hasta los cotos de pesca. Los técnicos advierten, sin embargo, que las lluvias deben mantenerse para que la temporada de pesca sea fructífera, ya que con el caudal actual, muchos días sin precipitaciones volverían a dejar el cauce demasiado seco para la práctica deportiva.
Según los expertos, la población de salmón ha superado los momentos críticos de la década de los noventa. Las campañas de repoblación continúan, pero ahora se sueltan menos ejemplares. «Es una ayuda, pero no hace falta repoblar tanto porque ahora cada vez hay más salmones salvajes», explica Pablo Caballero. Las repoblaciones intentan concentrarse en el río Deza, ya que su hábitat es mejor que el del Ulla.
En la campaña del pasado año 2011 se soltaron 120.000 juveniles en diferentes fases. La tendencia es a repoblar cada vez más con alevines de verano, que se sueltan en los meses de junio y julio y son los que mejores resultados de repoblación están obteniendo.
En otoño se repuebla con los denominados pintos de otoño y en primavera con preesguines, los salmones que al año siguiente irán al mar.
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