La sequía es la principal amenaza para una de las referencias en la pesca en la provincia, el coto de Chelo. El caudal mínimo ha provocado el estancamiento de varias decenas de zancados, salmones que ya han desovado en la parte alta y regresan al mar. Se les reconoce por su acusada delgadez. Así las cosas, varios miembros de la sociedad Río Mandeo -que gestiona los cotos de Chelo y Aranga- se reunieron con el jefe del Servizo de Conservación da Natureza, Carlos Muñoz, para proponerle que se retrase la apertura (en Chelo la temporada comienza el 1 de mayo) en el tramo libre de Os Caneiros.
Por otro lado, los miembros de la sociedad también solicitarán apoyo de la Xunta para que haya una mayor vigilancia en la zona. «Hay gente que no distingue un zancado de un salmón convencional, preferimos pensar que no se los llevan de mala fe», dice Miguel González, presidente de la asociación Río Mandeo.
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