Manuel Martínez Romero cumplió ayer 53 años. Pero el recuerdo que le quedará grabado para siempre de este día será la recuperación del cadáver de su cuñado Ovidio Lema Pérez. En estado de shock y convaleciente de una rotura del talón de Aquiles de la pierna izquierda, de la que fue tratado en el centro médico de Vimianzo, Manuel Martínez quiso estar presente en las labores de búsqueda de su pariente, al que considera, sobre todo, un «amigo». Impresiona escuchar su relato de lo que ocurrió sobre las cuatro de la tarde del miércoles: «Levabamos vinte minutos de pesca e estabamos a punto de marchar porque ao meu cuñado rompeulle a cana. Nese momento xirámonos e unha ola traizoeira arrastrouno mar adentro», comenta emocionado. Él tuvo mejor suerte: «Agarreime como puiden a unha rocha e xirei a cabeza para localizar a Ovidio, vin que movía algo os brazos. Esperei uns segundos e como puiden saín da auga. Cando logrei divisar a Ovidio estaba boca abaixo a uns 150 metros de onde estabamos a pescar».
Manuel Martínez dice que volvió a nacer: «O mar engulliume, e tiven sorte de engancharme na rocha, se vén outra onda máis afogo coma el, diso non teño ningunha dúbida».
Según explicó, tanto su cuñado como él mismo conocían a la perfección la zona del accidente, a la que solían acudir a pescar siempre que podían. El sargo es una de las especies que mejor se dan en este paraje de Reira: «As ondas soen vir dunha dirección en concreto, pero a que nos levou veu doutro costado, iso seguro», dijo.
Manuel Martínez Romero |
El entorno próximo al Cemiterio dos Ingleses es rico en marisco, sobre todo percebe, y en pescado. Hasta ese lugar acuden a diario numerosos amantes de la pesca. Ovidio Lema y su cuñado Manuel Martínez eran dos de los asiduos a la zona, que conocían a la perfección. Pero algunas personas aseveraron que se trata de un paraje traicionero que se ha cobrado numerosas víctimas. Un marinero de Camariñas presente en el operativo relató cómo en los últimos tiempos ha visto morir a alguna que otra persona, incluido un familiar.
Recordó varias muertes, como la del «pescador que foi arrastrado polo mar en As Galeras ou afogamento dunha turista extranxeira», ambos en lugares próximos a la playa de Trece.
Otro testigo comentó que las olas superaban el miércoles «os seis metros de altura» en la costa y se refirió a las dificultades de la Salvamar Altair para poder seguir el operativo desde la entrada de Reira, por lo que tuvo que quedarse mar adentro. Esa misma persona, casualidad o no, vaticinó que el cuerpo de Ovidio Lema aparecería «dentro do canal de Reira», como así ocurrió una hora después.
El hallazgo del pescador, residente en el lugar de Dor, corrió como la pólvora por todo el municipio de Camariñas, donde era una persona muy conocida. Hasta el lugar acudieron decenas de personas en sus vehículos para seguir los trabajos de rescate y traslado del cuerpo.
También estuvo en el lugar, a primera hora de la mañana, el matrimonio madrileño que, a primera hora de la tarde del miércoles, alertó al servicio 112 de que una gran ola había arrastrado a Ovidio Lema Pérez de las rocas.
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