La tonalidad verdosa de las aguas se aprecia junto al muro de la presa de Belesar |
Las aguas del embalse de Belesar presentan una curiosa tonalidad verdosa, impropia de estas fechas, en varios tramos. Pese a que a simple vista podría pensarse que se debe a la acumulación de algún tipo de polen, en realidad tiene que ver con la proliferación de algas. Según explica el profesor José Ramón Casanova, del instituto de enseñanza monfortino A Pinguela, este fenómeno se denomina «eutrofización» y tiene su origen en un exceso de concentración de nutrientes en las aguas.
La presencia de estas algas no es inusual en otros tramos del Miño, como el embalse de Peares, aunque suele ser más habitual en pleno verano. Más difícil es observarlo en la presa de Belesar, donde el volumen de agua embalsada es mucho mayor. Las manchas verdosas se aprecian al pie del salto, en Chantada, y en Ponte Mourulle, en Taboada.
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