Vaipolorío capta savia nueva para proteger los ríos

Los responsables de Vaipolorío presentaron ayer la nueva campaña de limpieza del río

Vaipolorío puede presumir de haber convertido el Gafos en uno de los ríos más cuidados de Galicia, aunque no el más saneado, debido a los vertidos incontrolados que sigue sufriendo periódicamente por culpa de un deficiente e insuficiente alcantarillado, pendiente de renovación por parte de las Administraciones.

El colectivo ecologista lleva 12 años limpiando este cauce -también conocido como río Cocho, Toxal y Tomeza en sus distintos tramos- desde su nacimiento en Vilaboa hasta su desembocadura en el Lérez. Y el próximo domingo inicia una nueva campaña de limpieza. «O río está en bastante bo estado, pero precisa un mantemento constante para que non volva a degradarse», señaló Gonzalo Sancho, presidente de la asociación.

Los internos del centro penitenciario de A Lama y los usuarios de la asociación Juan XIII de personas con discapacidad intelectual volverán a colaborar en esta duodécima campaña que se llevará a cabo todos los domingos del mes de julio. Como novedad, este año se sumarán también a las tareas de limpieza un grupo de estudiantes de Biología de la Universidade de Vigo. «Son xente nova, titulada que coñece o medio biolóxico mellor que nós, que somos autodidactas, e ademais é o que vimos demandando, savia nova para botar unha man e pouco a pouco ir tomando o relevo», añadió Sancho.

Vaipolorío lleva 12 años limpiando el cauce del Gafos

Vaipolorío pretende adentrarse también este verano en el río Pintos, principal afluente del Gafos, que baja desde Marcón y se ha visto afectado por las obras de desdoblamiento de la carretera de Pino-Bora.

En total, más de cincuenta personas participarán a lo largo del mes en esta iniciativa ciudadana, absolutamente altruista, de conservación del medio ambiente natural.

La presentación de la nueva campaña de limpieza sirvió para reivindicar una vez más el proyecto pendiente de saneamiento del Gafos para dar solución definitiva al problema de los vertidos incontrolados, que el colectivo ecologista viene denunciando constantemente.

Para esta asociación resulta «desconcertante» que un proyecto presupuestado, aprobado y licitado por la Xunta en el 2001, ahora requiera de nuevos estudios y haya que rehacerlo por cuestiones técnicas no previstas. «Sexa o que sexa exísimos unha rápida solución».