Lázaro, a la derecha, explica la exposición a los primeros visitantes |
Curiosos y atentos. Con esta actitud entraron, ayer, los primeros visitantes en la Casa del Salmón de Pravia, un grupo de quince personas al que esperaba Juan Antonio Lázaro, gerente del Grupo de Desarrollo Rural Bajo Nalón y creador de este museo, quien, además, cumplirá durante el verano las funciones de guía, todos los martes y los jueves. Asimismo, Lázaro lanza una propuesta a los vecinos, a quienes solicita que «todo el mundo que pueda aportar material para el museo, lo haga, para que la exposición siga nutriéndose».
Uno de los integrantes del primer grupo de visitantes era un experimentado pescador, Ángel Bayas, quien resaltó que la muestra es «didáctica y en ella puedes saber cosas nuevas y ver fotografías muy buenas». También ve con buenos ojos las visitas al centro de alevinaje de la asociación de pescadores «Las Mestas del Narcea», en Quintana, que se ofrecen en combinación con las de la Casa del salmón y que cree «una idea muy buena para complementar esto». Otro de los visitantes, Víctor Noriega, que se declara «pescador ecologista porque no pesco nada», reprochó a la exposición, dedicada tanto al ámbito internacional como local, «el olvido a la época de cuando venía Franco aquí a pescar, que hizo mucho por el salmón en el Narcea».
Mary Paz Álvarez, de la asociación «Entre Mar y Montaña», que participa en las visitas, valoró que el museo «está muy bien; da gusto tener cosas interesantes relacionadas con la zona».
El público asistente a la primera visita a la Casa del Salmón ante un facsímil del busto de Plinio |
La historia del salmón , su relación con el ser humano y las circunstancias que lo han convertido en la especie piscícola por antonomasia en el Bajo Nalón, ya pueden verse y escucharse en Pravia. Ese es el fin para el que fue concebida la Casa del Salmón, edificio anexo a La Azucarera, que ayer abrió sus puertas a los visitantes que deseen conocer de primera mano este equipamiento.
Se trata de la primera apertura regular del museo, que tras un par de visitas restringidas a modo de experiencia piloto, está ahora disponible para el público general todos los martes y jueves hasta el 13 de agosto. A razón de dos grupos de visitantes por jornada, previa reserva en la oficina de turismo de la villa, este es un esfuerzo pionero entre el Ayuntamiento, el Grupo de Desarrollo Rural (GDR) del Bajo Nalón y la Asociación de empresarios turísticos Entre Mar y Montaña.
Según el gerente del GDR, Juan Lázaro, «inauguramos también una nueva vía de cooperación entre las instituciones públicas y privadas, ajustándose a la actual coyuntura económica y a las especiales condiciones en las que se encuentra el acceso al centro». Esto, además de acentuar el carácter de temporalidad de estas visitas, significa que es el propio Lázaro quien ejercerá las labores de guía del museo, y, de rebote, que la Casa del Salmón es el primer módulo del complejo de La Azucarera que entra en servicio. «La intención es solventar estos factores a medio plazo», insistió el gerente, antes de atender a la veintena de visitantes que ayer inauguró el ciclo veraniego.
Juan Lázaro, gerente del GDR, ejerciendo de guía |
Los contenidos específicos de la Casa del Salmón, creados por un equipo de historiadores, ilustradores y documentalistas, hacen un recorrido de más de diez mil años de relación entre hombre y salmónido. Partiendo del periodo Paleolítico y la figura del pez grabada en las paredes de la Cueva del Pindal (Ribadedeva), «que todo indica que podría ser un salmón, con la salvedad de la cola», los paneles y sus textos recogen los testimonios que dan fe de esa ligazón histórica y económica.
Vista del área infantil y de juegos de la Casa del Salmón |
Las menciones de Plinio a las leyendas «del pez cántabro que sube los ríos», las imágenes recogidas en capiteles medievales y en códices asturianos como 'O dei verbum' o el testamento de Alfonso II, o el nacimiento de la pesca como actividad lúdica en la Edad Moderna son otros episodios allí recogidos. Ya más directamente asociados al Bajo Nalón, las normativas del siglo XVII para la subasta del reo, el sufragio salmonero con el que se construyó el Ayuntamiento de Pravia o las fotografías del XIX con auténticos 'campanos', se complementan con efectos como pamestas, redes, anzuelos o nasas, todos ellos atestiguando el arraigo secular del salmón en la comarca del Nalón y el Narcea.
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