Un pescador encontró un dedo humano en el vientre de una trucha capturada en un lago de Idaho. Un detective localizó a Haans Galassi, de 31 años y dueño del dedo, quien dijo que no lo quiere de vuelta.
Volver a tener su dedo le recordaría el accidente que sufrió hace dos meses: Galassi estaba esquiando en el lago Priest en julio. Una cuerda lo unía a un bote a alta velocidad. Después las cosas se pusieron mal. Notó que la cuerda estaba demasiado floja, trató de corregirlo y la cuerda se enredó en su mano izquierda.
“Se me vino encima y me hundió en el agua antes de que me dejara libre otra vez", dijo Galassi. "No sentí miedo al principio, solo entumecimiento, al sacar la mano del agua había malas noticias. Vi que me faltaban cuatro dedos".
Galassi fue llevado al hospital y ha estado tratando de salir adelante sin los dedos. Descubrió que todavía puede agarrar cosas con su mano afectada.
El detective Gary Johnson, del departamento del alguacil del condado de Bonner, lo llamó para informarle que un pescador había encontrado uno de sus dedos el 11 de septiembre y que lo habían puesto en un congelador.
"El lago está congelado y es profundo así que está en buenas condiciones", dijo Johnson. "Tomaron la huella digital y lo enviaron al laboratorio estatal para cotejar con lo que tenían en la archivo, luego regresó y dijeron que era el dedo pequeño de Haans".
Como Galassi dijo que no lo quería, el departamento del alguacil dijo que lo dejará en un refrigerador de evidencias por si cambia de opinión, según Johnson.
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