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| Maria Demanaki |
Rechazo radical y "unánime" de todo el sector pesquero comunitario. Fue lo que ayer se evidenció en el seno del Consejo Consultivo Regional de la Flota de Larga Distancia (Ldrac) cuando analizó la propuesta de la Comisión Europea de prohibir de forma progresiva las artes de arrastre y enmalle de fondo en aguas comunitarias, en las que entran especies como la maruca azul, el besugo, el brosmio o incluso fletán y congrio. Las restricciones afectarían especialmente a la flota francesa de Bretaña pero también a las de Portugal y España, en su mayor parte gallega y del País Vasco.
Según confirmó ayer a este diario el presidente de la organizaación patronal comunitaria Eurpeche, el español Javier Garat, los representantes de la flota de todos los Estados miembros de la UE coincidieron en criticar que la propuesta "no tiene ningún fundamento científico ni se apoya en ninguna recomendación o dictamen de organizaciones internacionales como FAO, organizaciones regionales de pesca (ORPs) ni de la propia UE. "Da la sensación de que es una propuesta más de la comisaria Damanaki, que una vez busca salir en la foto con los ecologistas" y es que "desde el punto de vista del sector esto no tiene ningún sentido". Ayer, la flota de la UE ultimó un documento de rechazo a la propuesta que se remitirá a todos los Estados de la UE y a las autoridades comunitarias (Comisión, Consejo y Parlamento) para "echarla abajo". Además, los armadores comunitarios decidieron organizar una conferencia sobre este asunto en exclusiva para analizarlo y aportar argumentos en contra. La propia CE reconoce en su propuesta que las especies de aguas profundas representan una cantidad pequeña -algo más de 30.000 toneladas- en relación con las capturas totales de la flota comunitaria. Desde el sector se señala la complicación de determinar el volumen de flota que se vería afectada y, en el caso de España, pese a no haber buques dedicados específicamente a estas pesquerías, sí hay un volumen importante de barcos que se podrían ver afectados por las capturas accidentales en sus pesquerías objetivo, como la merluza, la cigala o el rape.
Garat señaló que entre las iniciativas de la propuesta d e reglamento que presentó Damanaki el pasado mes de julio se encuentran cuestiones "peligrosas", como la relación de especies a las que se refiere la norma, la delimitación del alcance de estas artes de fondo a 400 metros de profundidad o el límite de un 10% de captura de estas especies de profundidad para distinguir entre pesca dirigida o capturas accidentales. "Solo esto último daría pie a que muchas flotas, incluso las dedicadas a demersales o pelágicas tuvieran problemas para justificar determinadas capturas y necesitarían autorizaciones especiales; no tienen sentido y - vez de simplificar las cosas daría lugar a un auténtico "caos administrativo".
En lo referente al detalle de las especies afectadas, la flota señala que se incluye el congrio, "lo que podría provocar problemas, por ejemplo, en Galicia, incluso a la pesca artesanal", o el fletán. En esta especie, en concreto, la de mayor importancia para la flota congeladora en NAFO, desde el sector afectado se considera que se abre un "peligroso camino". Un armador del sector comentó a este diario su preocupación por el hecho de que "si entra el fletán en este reglamento y se aprueba, la UE, por coherencia, debería pedir en NAFO que se prohíba también; es todo un absurdo".
Mientras, su gerente adjunto de los armadores vigueses, José Antonio Suárez-Llanos, que intervino ayer ante el Ldrac, arremetió con dureza contra la propuesta de Damanaki, reiteró que no está justiticada y recordó que fue precisamente a iniciativa del sector que se realizaron campañas científicas para conocer y preservar los fondos marinos y sus ecosistemas en el Atlántico, tanto en el sur como en el norte.
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