Una bióloga de Cemma analiza el cuerpo de uno de los delfines varados ayer en Samil |
Una escena macabra ensombreció durante la mañana de ayer la belleza otoñal de la playa de Samil. Los cuerpos de dos delfines comunes aparecieron varados sobre la arena con las colas amputadas y numerosos cortes. Los biólogos atribuyen la muerte de estos ejemplares a la captura accidental por aparejos de pesca profesionales.
La Coordinadora de Estudos dos Mamíferos Mariños (Cemma) envió a Samil a un grupo de biólogos para que analizasen los cadáveres de estos dos cetáceos, que aparecieron separados entre sí unos 200 metros. Se trataba de un macho y una hembra de cerca de dos metros de longitud si se incluyese la cola, y los cuales fueron encontrados por personas que paseaban por el arenal. Uno de ellos estaba en la zona norte de Samil, y otro apareció sobre unas rocas, entre este arenal y el de A Fonte.
El biólogo Pablo Covelo precisó que los dos ejemplares presentaban el mismo tipo de heridas: la cola seccionada y diversas marcas externas en la boca, cabeza y delante de las aletas pectorales. Así, una vez realizadas las necropsias, se estableció que la causa de la muerte fue "por ahogamiento". "Estaban bien de salud e incluso con comida en el estómago. Así que lo más probable es que quedasen enredados en algún arte de pesca, y estuvieran toda la noche intentando liberarse. De ahí el ahogamiento. Respecto a las colas amputadas, seguramente se las cortaron marineros para desenmarañarlos de la red", argumenta Covelo.
Según datos de Cemma, las artes de pesca son la causa de la muerte en el 50% de los delfines que varan en las costas gallegas. "Son unos 600 ejemplares que mueren al año por este tipo de captura accidentales, lo que pasa que no todos los cuerpos llega a la costa", razona el biólogo.
El delfín común es una especie frecuente en el litoral gallego. Cemma calcula que puede haber entre 10.000 y 14.000 ejemplares en aguas de Galicia. Pero a diferencia del arroaz, el delfín común suele navegar por fuera de las rías, por lo que no es habitual su avistamiento, y sus dimensiones son algo menores, pues suelen medir unos 2,2 metros.
Además de los efectivos del Cemma, que acudieron con una unidad móvil, también se trasladaron hasta la playa efectivos de la Policía Local.
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